Iberdrola ha obtenido un beneficio neto de 868,7 millones de euros en el primer trimestre de 2016, lo que supone un aumento del 3,3% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se ha situado en 2.008 millones de euros en los tres primeros meses del año, un 6% menos.
Este descenso se debe a los factores atípicos registrados en el trimestre que previsiblemente serán compensados a lo largo del año. Un 73% del Ebitda procede de los negocios regulados o con contratos de venta de energía a largo plazo, de acuerdo con la estrategia del grupo. Si se excluyen esos impactos y el efecto del tipo de cambio, el Ebitda se mantiene estable (+0,2%).
El beneficio neto recurrente asciende un 5,1%, hasta alcanzar los 836,8 millones de euros, en línea con las perspectivas de crecimiento del resultado presentadas por la compañía el pasado mes de febrero.
El flujo de caja operativo (FFO) experimenta un incremento del 2,3%, hasta 1.695,9 millones de euros, mientras que las inversiones netas aumentan un 51,1%, hasta 895,6 millones de euros.
Tal y como acordó la junta general de accionistas, y en línea con el compromiso de satisfacer una retribución de 0,28 euros brutos por acción con cargo al año pasado, el Consejo de Administración ha aprobado la ejecución, en julio, de una nueva edición del sistema ‘Iberdrola Dividendo Flexible’ por importe de al menos 0,123 euros brutos por acción más un dividendo en efectivo de 0,03 euros, con lo que la segunda remuneración al accionista se sitúa en 0,153 euros brutos por título, un 7% más que la de julio de 2015