Este miércoles en la comisión de Economía y Hacienda se ha presentado a los grupos políticos una nueva modificación presupuestaria por valor de 7 millones de euros con destino a varias actuaciones, entre las cuales se encuentra una partida de 607.000€ destinada a subvenciones directas a determinados ayuntamientos de la provincia, en su práctica totalidad gobernados por el PP y sin que hayan participado en ningún proceso competitivo y abierto.
Ganemos Salamanca considera que esta nueva actuación del PP «es verdaderamente vergonzosa, ya que dichas obras puede que sean necesarias de acometer, pero nunca deberían desarrollarse a través de redes clientelares, sino mediante procesos abiertos y transparentes donde cualquier municipio pudiera optar a las mismas».
En meses pasados se han entregado «de forma nominativa y directa» subvenciones de 100.000€ a determinados municipios (Montejo, San Esteban de la Sierra), «siendo esta, creemos que una nueva tanda de pagos y favores políticos desde presidencia y la cúpula del PP, quizá por la proximidad de las elecciones generales».
Santa Marta
Ahora destaca la subvención nominativa directa destinada al Ayuntamiento de Santa Marta de 270.000€, donde es concejala la diputada y vicepresidenta Chabela de la Torre y en relación a una supuesta actuación de “acondicionamiento del paseo fluvial”, de la cual no hay información de ninguna clase, resultando en la cuantía más elevada que el PP prevé entregar en esta tanda de reparto a dedo de fondos públicos.
Ganemos Salamanca presentó una moción al pleno de la Diputación del pasado 30 de diciembre que fue aprobada por todos los grupos políticos, salvo el PP, en la que se exponía la necesidad de que este tipo de subvenciones de obras y mejoras (reforma y construcción de casas consistoriales, tuberías y residencias de ancianos) «deberían sumarse a los planes provinciales y otras convocatorias transparentes y en régimen de concurrencia competitiva, e incardinarse dentro de un plan estratégico como marca la ley, restringiendo al máximo la posibilidad de subvenciones directas que sólo se deberían de conceder de manera excepcional, para supuestos en los que no sea posible realizar previa convocatoria pública.
El PP rechazó de plano este planteamiento, «demostrando una vez más los fines de este partido y la propia Diputación: el mero reparto prebendista de fondos públicos entre alcaldes afines para controlar al medio rural y asegurarse el mantenimiento del poder».