“Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio” ha denunciado ante las administraciones competentes en materia de patrimonio, que la suciedad y el vandalismo están dañando las piezas de la antigua Iglesia de San Cebrián.
El conjunto formado por la Torre del Marqués de Villena, un tramo de la Cerca Vieja de la ciudad y los restos arquitectónicos que se conservan de la iglesia y cripta medieval, mostraban signos evidentes de deterioro antes de que fuese cerrado esta semana por un desprendimiento del enfoscado de una pared perteneciente al Seminario de Carvajal.
Los elementos decorativos, funerarios y constructivos que se muestran en el aula expositiva están deteriorándose por falta de un espacio mejor acondicionado en el cual se asegure su protección y pervivencia, evitando los efectos de la radiación solar, el viento, la humedad, la temperatura y los excrementos de las palomas. Los canecillos de madera policromada, que son las piezas más sensibles junto a una puerta de madera, están siendo atacados por la carcoma, la humedad, las deposiciones de las palomas e incluso el vandalismo con las más que probables quemaduras procedentes de un mechero.
Conservación
La Asociación, como ya hizo en el año 2009, ha vuelto a informar de una serie deficiencias «que deben ser solventadas con la mayor celeridad posible por el Ayuntamiento de Salamanca para asegurar no sólo su disfrute por parte de salmantinos y visitantes, también su conservación para generaciones venideras ya que la humedad, la suciedad y el vandalismo lo están degradando y menoscabando de forma acelerada».
El conjunto monumental, fabricado en piedra arenisca, se encuentra muy afectado por la humedad procedente de la filtración de aguas desde niveles inferiores, la escalera ‘a cielo abierto’ de la cripta, la escasa protección frente al hostigo de la lluvia y su ubicación en una zona de escorrentía natural como es la Cuesta de Carvajal. Este hecho puede apreciarse en el muro de la calle, donde se observan líquenes negros, y en todo el tramo de muralla que ha sido tomado por la vegetación, también en las zonas más próximas a la cripta. La ausencia de bajantes para los canalones del tejado ‘a dos aguas’ del aula expositiva y la urbanización del entorno, no contribuyen a alejar el agua.