«Ser infiel es la norma y no la excepción»

Leticia García Castelló, psicóloga y sexóloga salmantina y directora de 'Sex and Mind'.

 

DSC_0632[dropcap]J[/dropcap]unto a Leticia García Catelló conversamos de sexo y de lo que creemos que sabemos. Ella aboga por el conocimiento, la información y la comunicación en la pareja. Hablamos sobre sexualidad, sexo con desconocidos o conocidos, erotismo y que Salamanca debería ser súper revolucionaria en la sexología y es todo lo contrario. Sepamos el porqué.

¿Salamanca necesita un buen polvo?
(Risas) Lo que me preocupa de Salamanca es que somos muy controvertidos. Tenemos El Lunes de Aguas, que es la vuelta de las prostitutas a la ciudad y lo celebramos con jolgorio; fuimos la primera ciudad en España donde se comenzó a estudiar la asignatura de la Psicología de la Sexualidad; tenemos en la Facultad de Psicología algunos de los principales exponentes en esta materia como Félix López o Antonio Fuertes…, por lo que se supone que Salamanca debería ser súper revolucionaria en el tema de la sexología y es todo lo contrario. Somos mega tradicionales. Hablas de este tema y se escandalizan. No quieren saber nada.

¿Sin importancia de la edad?
Efectivamente. Hay personas que dicen que los jóvenes… Pero, nos equivocamos muchísimo. Los estudiantes vienen a ‘pillar’ cacho.Vienen a Salamanca a disfrutar y a hacer conquistas, si puedo mejor con cinco que con cuatro. No quieren hablar y me da lo mismo que tengan 20, 30, 40, 50 o 60 años. De hecho, las personas que más se están abriendo son las que tienen más de 50 años.

¿Sí?
Sí, porque empiezan a ver que hay cosas nuevas que ellos no las tuvieron en su momento y despierta su interés por probar. Quizá no los dos, pero sí una parte de la pareja. Los jóvenes son muy conservadores en estas materias, porque se piensan que lo saben todo.

¿Lo sabemos todo en el sexo?
No.

Si utilizamos el cerebro sólo en un 10% de su capacidad. ¿Cuánto conocemos de sexo?
Creo que un 0,1%. Es imposible que una persona pueda disfrutar plenamente de su cuerpo y de su sexualidad si no aprende. Es como saber leer y escribir, si no te enseñan, nunca lo harás bien. Si tienes una guía detrás para que te explique cómo debes relacionarte, cómo debes de sentirte, cómo tienes que experimentarlas ciertas cosas… Será mejor y no pasa absolutamente nada. El problema es que estamos muy encasillados. Es como si tuviéramos una visión túnel, en el que sólo se nos permite mirar por ahí. Los sexólogos lo que hacemos es quitarte esa visión y decirte que hay mucho más. Las personas se piensan que sólo hablamos de posturas y de mete-saca.

¿Es necesario conocer la anatomía para disfrutar del sexo?
Sí. Es inviable que una persona disfrute de su cuerpo si no se conoce. Me encuentro continuamente con personas, sobre todo con mujeres, que no conocen como es su cuerpo. No se han mirado los genitales en un espejo, no se han auto explorado,… No le puedes decir a una persona lo que te gusta, si no lo has probado en ti misma. Me suelen decir: ‘A mí, con que me toque mi pareja es suficiente’. Muy bien, puedes disfrutar muchísimo, pero como te toques tú y te explores tú, no lo hace nadie.

¿Por qué en el sexo somos sota, caballo y rey?
Porque alguien lo escribió en un libro. La sexología por lo que apuesta es por la diversidad y por los gustos, mientras no te hagas daño a ti o a los demás.

DSC_0642Que haya respeto…
Eso es. Si a ti te gusta que te toquen y te metan un dedo el oído… ¿Qué problema hay? No eres diferente. Te puede gustar el pescado y la carne. La diversidad ha de acogerse, no tenerle miedo. A mí lo que más me molesta es que cuando cuentas alguna vivencia, y por eso no compartimos más, nos da miedo ser juzgados y que nos digan: ‘Tú eres rar@ o pero, ¿cómo te gusta esto?

¿Nos sentimos juzgados o nos prejuzgamos a nosotros mismos?
Las dos cosas. Tenemos una serie de estereotipos y de juicios de valor que nos hacen juzgarnos y prejuzgarnos. Sobre todo en el tema de la autoestima, si no te empoderas, realmente nunca podrás disfrutar…

Pero, ni en el sexo, ni en lo demás…
Efectivamente. Una persona que esté empoderado, si le gusta que le toquen el brazo, lo va a pedir y lo va a decir. Pero, una persona con la autoestima baja y que se deje llevar por la etiquetas, por los estereotipos,… nunca va a probar.

Pero, Leticia si en esa habitación sólo hay dos personas desnudas…
Eso es lo bueno. Lo que se hace dentro de una habitación, se queda allí. Si pudiéramos ver lo que se cuece en el interior, nos daríamos cuenta de que lo que se dice que es patológico no lo sería tanto, porque veríamos que lo hacemos todo. Pero, una cosa es hacerlo dentro de la habitación y otra decirlo. Y, reconocer que te gusta, eso ya es otra cosa. Muchas veces de cañas o de risas lo puedes comentar, pero siempre le pasa a otro.

¿Qué importancia tienen la realización de las fantasías sexuales?
Hay diferencia entre fantasías y deseos. La fantasía se tiene que quedar en la mente. El deseo es otra cosas.

¿Por ejemplo?
Cómo me gustaría hacerlo en la playa o me encantaría participar en un trío. Son cosas que se pueden llevar a cabo. Y las fantasía, como la propia palabra indica, es imaginario. El placer que te pude producir es, precisamente, porque tú puedes controlar esa fantasía.

¿Por ejemplo?
La fantasía de violación. A nadie en la vida real le gustaría ser violado, porque no está dentro de los parámetros que tú te imaginas en tu cabeza. En tu cabeza viene el hombre más bueno del mundo, te toca como nunca te ha tocado nadie, te hace lo que nadie te ha hecho…

Pero, es tu mente…
Eso es. La fantasía es algo que nos inventamos. Hay personas que tienen fantasías con animales o con personas que a priori no se puede tener una relación sexual, como pueden ser las de incesto o cosas prohibidas. Por eso, no deben salir de la mente, porque una vez que esa fantasía se convierte en realidad, no tiene nada que ver con lo que has imaginado.

DSC_0627¿Es importante que se realicen los deseos?
Está muy bien, porque son como objetivos o retos que nos marcamos y que no hacen daño a nadie.

¿Es imprescindible tener siempre un orgasmo?
Rotundamente no.

¿Cuánto daño ha hecho el cine?
Muchísimo. El cine y otra serie de profesionales que abogan por el orgasmo y la penetración. Lo más importante de un encuentro erótico es disfrutar, no la penetración, no es el orgasmo… Hay una serie de pasos que debemos transitar como es el deseo, la excitación, la meseta, el orgasmo y la resolución. En la fase en la que más debemos estar es en la meseta que es la del disfrute, porque el orgasmo es muy efímero, no digo que no sea placentero, que lo es, además relaja muchísimo. Pero, hay que aprender a disfrutar de todo nuestro cuerpo, más allá de la parte física, de lo emocional y disfrutaríamos mucho más. Hay conexiones, miradas, lo que se llama feeling que te pueden poner los pelos de punta y ni siquiera te están tocando.

¿Cuánto de placer se encuentra en que te follen la mente?
Cuando ya cumplimos esos cánones de intentar cuidarnos, estar bien físicamente,… Lo que buscamos es un plus, un algo más. Ya no se busca tanto que te satisfagan físicamente, más bien que lo hagan mentalmente. Porque un físico, una noche lo puede tener cualquiera, pero queremos algo más.

¿Sexo con conocid@s o desconocid@s?
Con los dos, porque cada uno de aporta una cosas diferente. Son sensaciones distintas. No es lo mismo que te acuestes con una personas que conoces de toda la vida, que con una persona que acabas de conocer. La bioquímica que va por dentro son diferentes. Variedad, que es donde está el gusto.

Leticia G. Castelló es coautora del libro 'Más relatos eróticos escritos por sexólogos'. Ed. Isesus.
Leticia G. Castelló es coautora del libro ‘Más relatos eróticos escritos por sexólogos’. Ed. Isesus.

¿’Echar una cana al aire’?
Depende del tipo de relación que se tenga. Si existen unas pautas y no se da nada por hecho, una pareja pueden experimentar con lo que quieren. No digo que esté bien o mal la infidelidad, pero llega un punto en el que la mente y el corazón va por sitios distintos. El deseo y el amor tienen bioquímicas diferentes, por lo que no nos pueden pedir que el corazón y las emociones y la parte más física e instintiva del ser humano vayan de la mano, porque están en partes del cerebro distinto.

¿Quién dijo que amor y deseo tenían que ir juntos?
Vinieron unos señores con una crucecita en el pecho y nos dijeron amor y deseo van juntos y en matrimonio, pero no señor. A una persona la puedes querer enormemente y sentir deseos por otras y no pasa nada. Pero claro, mirar todos lo permitimos, más allá, ya somos juzgados, pero sólo es porque no se dice. De todas las personas que me cuentan sus casos, el ser infiel es la norma y no la excepción. Decir esto duele mucho. No sé de nadie que no haya sido infiel en su vida, sea físico, mental o de tonteo. Hay muchos tipos de infidelidad, no tiene porque ser un coito. Todos hemos sido infieles y no hay que fustigarnos por eso. Es inviable atar al ser humano en ese sentido. Hay que darle visibilidad a esto.

Quizá por eso han proliferado los locales de intercambio de pareja…
Sí, porque se han dado cuenta de que tú y yo juntos para toda la vida es inviable, ya que tenemos deseos y gustos distintos. Por eso no haces de menos a tu pareja. Hay veces que necesitas algo más. Es como comprarse un juguete erótico. Hay quién te dice que con sus manos es suficiente. Pues no. Es como comerte un filete a la plancha, le puede poner patatas fritas, ensalada,… y no es malo. No digo que haya que hacerlo siempre, pero lo puedes tener ahí y cuando quieres lo coges y cuando no, no.

Dejamos uno de sus vídeos, pero tiene más.

 

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