Los buitres mataron este sábado una nueva vaca en la localidad salmantina de Ahigal de los Aceiteros. El ganadero fue avisado por un conocido de la presencia de las aves carroñeras en su explotación, pero cuando llegó sólo encontró los huesos y la piel de una vaca que acababa de parir. Los buitres la habían devorado rápidamente.
La necesidad de alimentarse de los buitres, y más en época de nidificación como la actual, ha aumentado la frecuencia de los ataques a animales vivos por parte de estas aves necrófagas convertidas en cazadoras por decisiones políticas. Una necesidad que ha llevado a estas aves salvajes a abandonar su tradicional hábitat y su presencia se ha extendido por toda la provincia, e incluso cerca de los núcleos urbanos.
Asaja Salamanca denuncia este nuevo ataque «demuestra la ineficacia la normativa impuesta el año pasado por la Junta de Castilla y León respecto a las aves necrófagas y su estricta política de muladares, que se ha visto superada por la realidad y cuya eficacia ha sido nula. Una normativa que no ha servido para frenar los constantes ataques que sufren vacas y ovejas vivas por parte de buitres hasta matarlas salvajemente para ser devoradas».
Asaja Salamanca exige a la Junta de Castilla y León «una inmediata revisión de la normativa que afecta a la alimentación de los buitres, para adaptarla a la realidad y evitar que los ganaderos de la provincia sigan sufriendo importantes pérdidas económicas como consecuencia de los ataques de estas aves a sus ganaderías».