Pasaban dos minutos de las dos de la tarde cuando los bomberos recibieron una llamada alertándolos de que en una vivienda situada en la calle Conde de Cabarrús salía humo.
Los vecinos habían llamado a la puerta del piso de cuyo interior procedía el humo. Al ver que nadie contestaba avisaron al servicio de extinción de incendios. Dos dotaciones de bomberos acudieron a la llamada, así como agentes de la Policía Nacional y Local.
Los bomberos llamaron a la puerta y al no contestar nadie, procedieron a entrar por el balcón de los vecinos. Abrieron el balcón y entraron en el interior de la vivienda. Cuál fue la sorpresa que en su interior se encontraba la dueña, una mujer sorda que se la había quemado la comida y por eso salía humo de su vivienda.
Afortunadamente, todo quedó en un susto.