Falta un mes para la entrada, oficial, del verano, pero fijándose en la temperatura de los termómetros parece que ya ha llegado con fuerza
Hace una semana, frío y con abrigo, y sin dar tregua al cuerpo, el calor se ha presentado, casi, casi sin avisar.
Este viernes, cuando queda un mes para la entrada oficial del verano, la temperatura al mediodía era veraniega, pero de verdad.
Así, sin más, con el calor apretando, las calles de la ciudad se llena, casi por igual, de vestidos veraniegos y camisetas de manga corta, con cazadoras y fulares. Es lo que tiene la primavera, que además de ‘alterar’ el alma, revuelve el armario.