Los niños vestidos con los trajes de la Primera Comunión fueros los encargados de poner el colorido a un desfile que este año ha contado con varios altares en los que bendecir a los más pequeños
El cielo encapotado de la mañana daba un respiro y pasadas las 13:15 horas los niños, que este año han recibido la Primera Comunión encabezaban la comitiva de la procesión del Corpus.
Tras ellos, gran parte del equipo de Gobierno sustentaba el palio, que solo se puede ver en contadas ocasiones al año en la calle, y bajo el cual caminaba el arcipreste de la Diócesis, Andrés González, mostrando al Santísimo.
El alcalde, Francisco Julián Ramos Manzano, acompañado del Jefe de la Policía Local, Clemente Iglesias, de José Conde, juez de paz y Leopolodo Rodríguez presidente de la Asociación de Jubilados, junto a los concejales del grupo Socialista, proseguían a la comitiva que procesionaba desde la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción hasta la Plaza Mayor.
A medio camino, la instalación de un altar hacía que se produjera la primera parada, en la que varios niños recibían la bendición, como viene siendo tradicional en esta fiesta religiosa.
Después se continuaba la marcha hasta llegar a la Plaza Mayor donde las flores de romero aromatizaban el ambiente y dónde se podía observar una cruz en el suelo elaborada con flores.
Los niños no dejaron de lanzar pétalos durante todo el recorrido, se colocaron a ambos lados de las vayas de protección que este año han permitido que los asistentes pudieran colocarse ordenadamente sin interrumpir el recorrido.
Entre ellos pasó el palio y tras la bendición final, en un altar instalado bajo los soportales del que será el nuevo Ayuntamiento en pocos meses, la procesión inició el recorrido de vuelta a la iglesia.