Opinión

El eje del Universo

 

[dropcap]E[/dropcap]l término “eje”acepta definiciones en los más variopintos campos, geometría, simetría, ingeniería, arquitectura, política, ciencias aplicadas, etc. Es un concepto asequible para nuestro entendimiento.

 

Si te parece nos centraremos en lo que sabemos del eje terrestre como punto de partida: Línea imaginaria alrededor de la cual la Tierra gira en su movimiento de rotación. Parece que su existencia es fundamental para que tengamos días y noches y otoños y primaveras y fríos y calores ¿verdad? Si no hubiera eje, no habría elemento sobre el que rotar y la mitad del planeta expuesta al sol sería un desierto y la otra mitad una perpetua noche helada. Aunque más bien, es por el giro (movimiento) no por el eje en sí.

Aprendemos de lo que tenemos alrededor y con frecuencia lo secuestramos en forma de metáfora. Personalizamos lo impersonal agarrándonos a elementos que están fuera de nuestro propio ser como argumentos para explicar cuestiones íntimamente interiores, personales. La vida puede fluir como un río o ser tempestuosa. Una persona puede nacer con estrella o estrellada. Somos unos lunáticos o estamos hechos un sol. Podemos ser fértiles en ideas o se nos puede hacer de noche a mediodía… Fíjate, incluso regalamos apodos como “Hijo del viento” a uno que corre mucho o “Roble” a otro que es especialmente fuerte y corpulento. Así nos las gastamos.

Aquí es adonde quiero traer la idea de eje. A la metáfora que cabe sacar de su definición: Línea “física” como el mecanismo de giro del tiovivo o imaginaria, como la que une los polos atravesando el planeta.

Nótese algo de máxima importancia. Podemos aspirar a ser el caballito, coche de bomberos, columpio o dragón rosa que gira sin parar en la feria. No a ser el mecanismo que provoca el giro. Sólo personajes de la talla de Kim Yong-Un o Hitler pueden aspirar e incluso conseguir que temporalmente todo lo que tienen a su alrededor gire al son de su propuesta. Temporalmente por suerte.

A Copérnico le miraban regular cuando compartía pensamientos del tipo “- oye mira, que veo lagunas en eso de que el sol y demás cuerpos celestes giran alrededor de nuestro planeta. A ver si va a ser al revés”. – Ya está el heliocentristaeste… musitaban sus colegas allá por el siglo XVI. – No sé qué dice de que todo se mueve en círculos perfectos en el “Commentariolus” ese que ha escrito.Eso no es nada en comparación con  lo que propone en el “De RevolutionibusOrbium”. ¡Que la Tierra gira una vez al día sobre sí misma anda diciendo! Si se llega a enterar Ptolomeo, que en paz descanse…

Hoy se sigue estudiando la existencia de un centro o eje en el universo, pero en la comunidad científica sí parece haber acuerdo unánime. De existir, no lo somos ni tú ni yo.

Decídete por un eje y practica la rotación y la traslación. Si pretendes ser tú ese eje, ármate de paciencia. Buena falta te hará.

Más información en: moveyourself-coaching.com

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