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Vandalismo, ese oscuro deseo que daña el Patrimonio

La estatua de San Juan de la Cruz situada en Arroyo de Santo Domingo.

 

[dropcap]V[/dropcap]ándalos o artistas. ¿Tener un pincel o un bote de spray en la mano nos convierte en artistas? Los artistas siempre han dejado su sello personal en las obras que conciben, para dar constancia de su autoría, pero no se le ocurría, si es artista y se precia de ello, mancharle la creación de otro artista. La Ley está clara, las sanciones y multas también. Entonces: ¿Por qué se siguen viendo pintadas nuevas día sí, día también? ¿Qué satisfacción tienen las personas que dejan su firma sobre un monumento que lleva en píe siglos y que su autoría es de un artista con mayúsculas?

 

El Verraco ubicado en la entrada del Puente Romano.
El Verraco ubicado en la entrada del Puente Romano.

Jesús María Hernández, presidente de la Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, lamenta que todavía no se haya identificado a la-s persona-s que ‘decoraron’ de naranja varias esculturas de la ciudad. «Lamentar la tardanza para reparar los desperfectos en las esculturas y que, en el caso del verraco (Bien de Interés Cultural), la reparación se realizará sin conocimiento de la Comisión Territorial de Patrimonio. Lo del verraco ha puesto de manifiesto lo que dijimos antes de que se instalasen cámaras de vigilancia ahí, en San Román, etc. Las cámaras no son la solución».

Hernández señala que estos hechos han venido a constatar que el Plan Municipal contra las Pintadas Vandálicas, «ha quedado desfasado porque las cámaras en las que se apoya si no funcionan no se arreglan; no hay una limpieza rápida y la capacidad de la policía, durante todos esos días, quedó en entredicho».

El Ayuntamiento tiene un Plan de Actuación contra pintadas vandálicas y hasta la Constitución en su artículo 46 señala que “los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio. La Ley es clara, la pregunta sería: ¿Por qué se siguen viendo pintadas en monumentos, estatuas, paredes y puertas entre otros ‘lienzos’ que utilizan los malos grafiteros?

La estatua a Francisco de Vitoria.
La estatua a Francisco de Vitoria.

Bien es cierto que cumplen a rajatabla la declaración de la RAE sobre un grafiti: Firma, texto o composición pictórica realizados generalmente sin autorización en lugares públicos, sobre una pared u otra superficie resistente. Pero, afortunadamente, la Real Academia Española no proclama leyes, sólo definiciones.

Volvamos al Plan de Actuación del Ayuntamiento contra las pintadas. Apunta que los ataques vandálicos a Bienes declarados de Interés Cultural, serán perseguidos en vía penal. Están tipificados en el Código Penal, el Artículo 323 del Código Penal castiga con la pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses el que cause daños en un archivo, registro, museo, biblioteca, centro docente, gabinete científico, institución análoga o bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental, así como en yacimientos arqueológicos. En este caso, los jueces o Tribunales podrán ordenar, a cargo del autor del daño, la adopción de medidas encaminadas a restaurar, en lo posible, el bien dañado.

De hecho, el Plan Municipal matiza que el Ayuntamiento perseguirá las citadas acciones a través del incremento de la vigilancia de la Policía Local en este tipo de Bienes para preventivamente evitar este tipo de acciones y represivamente poner a los presuntos responsables en caso de ejecución de actos a disposición de la autoridad judicial por la supuesta comisión de un delito contra el Patrimonio Histórico. «No resulta complicado de entender que por ejemplo una pintada vandálica en un paramento de la Plaza Mayor excede claramente de una infracción administrativa y justificaría la entrada del ámbito penal».

Una de las bases principales en la lucha contra las pintadas es mantener la ciudad limpia y que las pintadas duren el mínimo posible. Es decir, cortar el ‘efecto llamada’ y que sus actores entiendan que sus molestias tienen poco recorrido, que la Administración es más rápida limpiando que ellos ensuciando.

El Plan también recoge que se llevarán a cabo actuaciones de colaboración entre diferentes operadores como son las fuerzas y cuerpos de seguridad, recordemos que existe una Brigada de Patrimonio Histórico dependiente de la Comisaría General de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía.

«Sería deseable, por transparencia, porque es un asunto importante para gran parte de la población, porque el ornato y limpieza compete al Consistorio, un informe diario de las actuaciones de la unidad de limpieza. No es necesario que se exhiba públicamente en la web municipal, pero sí que todo interesado tuviese acceso fácil al mismo y que su contenido estuviese actualizado», explica el presidente de la Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio de Salamanca.

Concienciación

Si la Ley es clara, las sanciones también. ¿Por qué no se ataja este vandalismo que causa tanto perjuicio al patrimonio cultural y privado y a las arcas municipales?

Desde la Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio explican que otro aspecto del Plan que evidencia su agotamiento, o la falta de voluntad y determinación política por llevarlo a cabo, es que en el curso 2014-15 se programaron charlas de concienciación para escolares que llegaron a 180 niños de la ciudad, «insuficiente a todas luces, pero en el curso 2015-16 no se realizó ningún encuentro. Según se puede comprobar en la web de la Fundación Municipal de Cultura y Saberes».

Sin salir del centro, encontramos vandalismos en el Pasaje Coliseum, en la Plaza mayor, en la estatua de Nebrija, en la del Pan, de la Plaza del Liceo o en la de Francisco de Vitoria en su manto. Son menos llamativas, por su color negro, pero afean y destruyen igual que la pintura naranja.

La calle Marquesa de Almarza

La calle Marquesa de Almarza se encuentra entre la Gran Vía y el Paseo de Canalejas. Hemos elegido esta calle, como podía ser otra. Hemos fotografiado todas las pintadas que hay, o eso creemos, porque no dábamos un paso sin tener que disparar la cámara.

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