El tesón de un ciudadano ha permitido que los servicios de emergencias locales se activaran este domingo para hacerse cargo de un indigente que llevaba casi un día en la plaza de la Libertad y que pasó la noche al raso.
A las 19 horas del sábado se sentó en la bancada de granito de la plaza y allí permaneció inmóvil horas y horas, hasta que un vecino que trabaja en la zona, que ya lo conocía de otras veces, salió a las cuatro de la madrugada a ofrecerle «una gaseosa».
«Estaba con depresión porque solo me decía que quería morirse», comentó este ciudadano que prefiere no ser identificado.
Llamó a los servicios de emergencias para que enviaran una ambulancia o se hiciera cargo la Policía Local, pero nadie acudió allí.
El indigente también se negó a abandonar el lugar, y pasó la noche al raso.
Amaneció en el mismo lugar y allí lo encontró este vecino cuando regresó a su establecimiento. Volvieron a pasar algunas horas y avisó de nuevo a los servicios de emergencias para que se hicieran cargo de él. «Se cae un mochuelo y acuden todos rápidamente, hasta los bomberos, pero no hacemos nada por alguien que dice que se quiere morir y eso no puede ser», comentaba.
Al parecer existen impedimentos legales para llevarse a alguien, pero es que este indigente quería abandonarse allí mismo «porque se quería morir«.
A las 14.15 de este domingo aparecieron por fin la Policía Local y una ambulancia que se hicieron cargo de él y se lo llevaron.
El vecino concienciado comunicó a los agentes que si no hubieran atendido su llamada, como ocurrió de madrugada, habría ido al juzgado para que fuera el juez quien ordenara llevarse a ese hombre.