El candidato de C’s a la presidencia del Gobierno, Albert Rivera, paseó este martes su sonrisa por Salamanca.
Llegó al día siguiente de salir muy favorecido del debate a cuatro del lunes por la noche. Sin perder esa sonrisa de anuncio de dentífrico y son la energía de exwaterpolista que lo hace incontenible, estaba exultante.
Visitó al rector, porque la reforma universitaria y un pacto por la educación en etapas preuniversitarias son uno de los pilares de su programa.
Dio una rueda de prensa en la Patio de Escuelas y luego fue a la Plaza de Anaya, previo paso por la Catedral, donde se sentó junto a un músico que tocó a su lado el ‘Bamboleo’, la rumba catalana de los Gipsy Kings.
Siempre rodeado de una gran expectación mediática y ciudadana. Muchos jóvenes que le pedían selfies sin parar y a los que accedía sin torcer el gesto. Se mueve en estos ambientes como un animal político.
Luego se reunión con un grupo de jóvenes para dialogar con ellos antes de seguir su paseo y abandonar la ciudad.