[dropcap]P[/dropcap]ara solucionar tus problemas, cambia tu forma de pensar. Parece obvio, pero cuando se está envuelto en un problema, a veces lo único que sabemos hacer es darle vueltas y vueltas sin encontrar razón o explicación lógica a lo que está pasando.
Ya lo decía Einstein: No intentes solucionar los problemas desde el mismo plano energético o vibración en el que se crearon.
O lo que puede resultar mas fácil de comprender. No esperes que nada cambie si no haces nada diferente.
Nos empeñamos en tratar de arreglar cualquier problema tratando de pensar y pensar, buscar una solución desde nuestra parte más racional, cuando nuestro intelecto es, precisamente, quién enturbia más la situación, quien no nos deja pensar con claridad.
Parece una frase hecha, pero es bien cierto que cuanto más tratas de pensar, más difícil se hace todo, más se complica.
Llegados a este punto, muchos de vosotros os preguntaréis, entonces… ¿Desde dónde se supone que vendrá la solución? Sencillo.
La solución solo vendrá cuando seamos capaces de desligarnos del problema y alejarnos lo suficiente como para desapegarnos de la emoción negativa que nos invade y seamos capaces de, desde el silencio, escuchar esa voz interior que sabe perfectamente lo adecuado para nosotros.
A veces esa voz parece susurrarnos al oído, es cuando empezamos a sentirnos mal, incómodos o rechazamos una situación.
Si no le hacemos caso, la voz sigue incordiando con su presencia, cada vez más insistente, haciéndonos saber que hay algo que no funciona bien, que hay algo que debemos cambiar con urgencia.
Y si seguimos sin hacerle caso, la voz deja de susurrar para gritarnos. «O haces algo o acabaremos mal». Y es entonces, cuando la situación se vuelve insostenible del todo, nos sentimos mal, depresivos, desanimados e incluso, llegamos a enfermar.
Mantenerse por mucho tiempo ahí, es peligroso. Pero es cierto que esta fase es aquella en que los miedos, hacen su aparición de una manera muy contundente. Se establecen en nosotros sin pedir permiso, y empiezan a impregnarle al día a día un aire de pesadez y dureza gratuita.
Se que puede resultar un poco vanal decir que los miedos, solo tienen forma cuando nosotros se lo permitimos, que no afrontar el miedo, es darle una fuerza y poder que puede acabar con tu autoestima, y que solo transmutando ese miedo, serás capaz de sobreponerte ante cualquier adversidad.
Puede parecer fácil, lo cierto es que en los años que llevo trabajando conmigo misma y con personas, el miedo, debido a creencias instauradas en nuestro pensamiento, es de las acciones más complicadas de transmutar.
Para que ocurran cosas distintas deberás convertirte en una persona distinta. ¿Cómo? te preguntarás. Aquí te dejo algunas pautas:
Para trascender el miedo y conseguir resultados distintos, deberás DEFINIRLO Y CUESTIONARLO. Saber exactamente qué quiere decirte, y cuanto de verdad tiene lo que te está diciendo. Debes confrontarte con El. ¿Has vivido alguna experiencia en tu vida que haya confirmado tus miedos? ¿Pudiste sobrepasarlo? ¿Sí? ¿Cómo fue? ¿Qué estrategias utilizaste? Cuando hayas averiguado que quiere decirte tu miedo, confróntalo. Ponlo en evidencia y su poder habrá disminuido en ti de tal forma, que recuperarás el poder de decidir que de nuevo hacer para que algo cambie.
Estoy segura que en ese momento que trascendiste a tus miedos, no te tocó otro remedio que convertirte en un pensamiento, acción o decisión diferente, por tanto, tuviste que convertirte en una persona diferente.
Cambia tu manera de ver el mundo y las cosas que miras cambiarán.
Montse López
montselopezballester.com
Delegada Ufel Cataluña
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