Al ver cómo son las pruebas, los alumnos se sienten más tranquilos ante la PAU
Tas la primera jornada de exámenes para la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), los estudiantes que se presentan se sienten “más tranquilos ahora que ya saben cómo van las cosas”, tal y como expresaba un alumno del colegio Maestro Ávila.
Los exámenes han sido como se esperaban, similares a los del instituto y creen que han estado a la altura de lo que se pide. La opinión general concluía que ha sido más fácil de lo que pensaban pero con los nervios ha sido más duro de lo que realmente debería.
La carrera favorita para los estudiantes es Medicina; como segunda opción para los que optan por esta carrera suele ser Farmacia, Biología o Enfermería, ya que “la media es muy alta y ya habrá tiempo para cambiarse”. Algunos hacían esta prueba sin saber a qué carrera optar, intentando subir la media de bachillerato todo lo posible para que el rango de elección sea más grande.
Los supersticiosos se han llevado sus objetos más valiosos al examen: camisetas, collares o incluso vírgenes y estampitas. El hecho de llevar encima un objeto de buena suerte tranquiliza a los alumnos, aunque a veces les tranquiliza más llevar las chuletas en el bolsillo del pantalón. A pesar de esto afirman que no ha habido ninguna tentación de copiar, “no merece la pena”.
Mucha presión en muy poco tiempo
Para los jóvenes la presión y los nervios es peor que estudiar y las propias pruebas, ya que a veces la inquietud “ha jugado malas pasadas” y creen que por mucho que se haya preparado un examen, con la presión es difícil plasmar todo lo estudiado.
No sólo es la presión lo que no deja hacer los exámenes con la misma soltura. Gran parte de los estudiantes que se presentaron en la primera jornada se han visto obligados a reducir horas de sueño o incluso a llegar a las pruebas sin apenas dormir.
Al terminar la jornada, algunos grupos del mismo centro han podido compartir la experiencia con sus profesores, quienes esperaban impacientes en la puerta de la Facultad de Ciencias a sus alumnos. Lo que más les preocupa es que los jóvenes estén tranquilos y se vean con fuerzas para soportar las dos jornadas de exámenes que quedan por delante.
La organización de los exámenes
Algunos alumnos se han visto apurados de tiempo para terminar los exámenes, especialmente el de Lengua y Literatura. Al subir el primer escalón de la PAU están más tranquilos y lo ven todo con otros ojos, además la mayoría lo que quiere es “quitárselo de encima cuanto antes”, como comentaban unas estudiantes del colegio Maristas.
Algunos estudiantes creen que la organización se hace sin pensar en el trabajo que supone para los estudiantes prepararse tantos exámenes para un mismo día. Añaden que examen debería tener un tiempo más medido ya que las horas “no están bien pensadas”. Piden que se valore cada examen en particular, plantear de otra forma el orden y la duración de las pruebas, de modo que la materia se tenga más en cuenta.
