La Alianza UPA-COAG de Salamanca denunció este martes «un salvaje ataque de buitres a una vaca y un ternero recién nacido en Topas».
La organización agraria recuerda que no es la primera vez que se produce un ataque de estas características en la provincia, «y cada vez es más habitual que estas aves carroñeras produzcan elevados daños».
Advierte a la Junta de Castilla y León que, «o se toma en serio este problema o las consecuencias van a ser cada vez peores, puesto que la población de estas aves se ha incrementado en exceso y cada vez disponen de menos alimentos al no poderse alimentar de cadáveres de animales».
Asegura que lleva denunciando desde hace tiempo ante la Administración regional «lo que está ocurriendo en nuestra región con la gran cantidad de buitres que hay, y el peligro que supone este hecho al no haber suficientes zonas específicas de comederos o muladares».
Añade que «los ataques de buitres a la cabaña ganadera se han agravado después de que la Unión Europea dictara en su día estrictas medidas sanitarias tras la crisis de las vacas locas. El impedimento de dejar cadáveres de animales ha ocasionado la disminución considerable de la cantidad de alimentos disponibles para las aves y ha incrementado el ataque a las ganaderías».