[dropcap]H[/dropcap]as pensado alguna vez ¿Cuándo sea flaca voy a tener al novio de mis sueños? ¿Cuándo sea flaca voy a conseguir el trabajo que quiero? ¿Cuándo sea flaca todos mis problemas terminarán?
Lamento romper con tu ilusión, pero créeme que si tu enfoque está en “cuando sea flaca” y no en el presente, será muy difícil que alcances todo eso que quieres.
Yo también creí esto por 19 años, creía que cuando al fin consiguiera ser delgada todo iba a mejorar, y ¿sabes lo que me pasó? que cuando lo logré, me sentí aún peor, ya que lo único que cambió fue haberme dado cuenta que la delgadez no me había traído la felicidad, y ya no sabía a que otra idea aferrarme.
Me gustaría que pensaras en alguien que quieres mucho… ahora imagínate que esa persona pierde completamente el cabello ¿La dejarías de querer? Ahora imagínate que esa persona baja 5 kilos ¿La quieres más? Y ahora imagínate que esa persona se hizo un corte que le dejó una gran cicatriz en su cara ¿La quieres menos?
Lo más probable es que tu amor hacia esa persona no hayan cambiado producto de estos cambios físicos, entonces ¿Qué te hace pensar que al estar delgada te van a querer y valorar más?
Cuando nos enfocamos exclusivamente en nuestro físico estamos perdiendo mucho tiempo y energía que un aspecto que es importante, pero no fundamental.
Para que un cambio sea permanente y trascendental debe comenzar en nuestro interior. No puedes pretender que otras personas te quieran y respeten si tu no lo haces contigo misma. No puedes pretender que otros te den lo que tu no te estas entregando y menos aún dejar tu seguridad y estabilidad en manos de otros.
Cuando logramos enfocarnos en nuestro interior y en que cosas podemos ir mejorando para subir nuestra confianza y logramos comenzar a sentirnos mejor con nosotros mismos, te prometo que nuestro cuerpo empieza a ceder, a liberarse de todos aquellos excesos que ya no le sirven ni le son necesarios y se nos hace mucho más fácil lograr nuestro peso ideal, que consiste en ese peso saludable que nos permite sentirnos a gusto y con energía para hacer lo que queramos.
Porque si realmente la delgadez fuese sinónimo de felicidad, reflexiona por momento y pregúntate: ¿Has conocido a alguna persona que pese a ser delgada parece muy cansada? ¿Has conocido personas delgadas y que aún así son infelices con sus vidas? ¿Has conocido personas delgadas que no tengan problemas? ¿Has conocido personas que pese a no ser delgadas, se ven muy felices y con mucha energía? ¡Lo más probable es que todas tus respuestas hayan sido sí! ¿De qué te has dado cuenta?
No existen trucos ni dietas mágicas, lo que sí existe y funciona es aprender a conocernos y comenzar a tener hábitos saludables que nos permitan tener una vida saludable.
Y el primer y más importante de los hábitos saludables es la Nutrición Emocional, es decir, qué nos decimos, qué pensamos, cómo nos hablamos, cómo nos tratamos y ser conscientes de qué tipo de pensamientos y emociones estamos llenando nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra vida.
La clave está en tu interior, tu exterior es el simple reflejo de lo que está pasando ahí dentro, por lo tanto es muy difícil reflejar fuera lo que no tienes dentro.
Recuerda siempre que por el simple echo de ser tú, ya eres perfecta, por el simple echo de ser tú, ya eres lo que mejor podrías ser, y dentro de ti tienes todos los recursos necesarios para alcanzar lo que te propongas, pero siempre que sea desde el amor, la aceptación y el respeto a ti misma.
Fran Sabal.
Coach – Nutricionista – Trainer
www.fransabal.com
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