Representantes de Equo, Podemos, IU y otros colectivos sociales se concentraron este miércoles ante los juzgados de Ciudad Rodrigo para apoyar al portavoz de Stop Uranio y Concejal de Equo, José Ramón Barrueco, y el activista y bloguero Jesús Cruz, contra los que la empresa Berkeley ha presentado una querella por injurias y calumnias, al criticar la mina y hacerse eco de las noticias que se publicaban sobre ella.
Este miércoles estaba previsto ceñlebrar el acto de conciliación previo en el que l aminera pedía medio millón de eueros a los dos activistas para no interponer la querella, pero resulta que el juzgado de Ciudad Rodrigo no es el competente para entender de este caso, y debe serlo el de Vitigudino, ya que el pueblo en el que vive Barrueco, Villares de Yeltes, pertenece a ese partido judicial.
Juantxo López de Uralde, coportavoz federal de Equo, ha asegurado que el apoyo de la formación ecologista a los activistas es “absoluto” y ha calificado la actitud de la empresa como un “chantaje”. Según el líder del partido verde “es necesario proteger el derecho a la libertad de expresión y más cuando se trata de defender a las personas y al medio ambiente ante proyectos peligrosos”.
Los municipios de Retortillo y Villavieja de Yeltes se ubican cerca de la frontera con Portugal, país que también se ha opuesto a la que sería la única explotación a cielo abierto de uranio en toda Europa.
Residuos
Desde Equo y Stop Uranio denuncian que la mina formará un cráter de varias hectáreas de extensión y más de cien metros de profundidad, «teniendo que arrancar para ello 25.000 árboles, especialmente encinas de lento crecimiento y desviar los cursos de agua». También denuncian que los residuos que tienen consideración de radioactivos de primera categoría por el CSN, serán almacenados en la mina de por vida.
El coportavoz federal de Equo denuncia que “es intolerable que haya empresas que con el beneplácito de algunos gobernantes pretendan apostar por proyectos temerarios que ponen en riesgo la salud de las personas, la habitabilidad de nuestros municipios o la pervivencia de nuestros espacios naturales, pero todavía es peor que se trate de amedrentar a quienes se atreven a denunciarlo”.
El balneario
La mina se ubicaría a un kilómetro de un balneario y en medio de un bosque mediterráneo de gran valor ecológico y ambiental, declarado por dos directivas europeas como “Zona de Especial Protección para Aves” y “Lugar de Importancia Comunitaria”. No obstante, el proyecto ha recibido la declaración de impacto ambiental favorable de la Junta de Castilla y León, pero ha sido recurrida a Europa por situarse junto al río Yeltes, zona de especial conservación (ZEC) de la Red Natura 2000 en la comunidad. De hecho, la propia declaración de impacto ambiental recoge que el proyecto tiene “coincidencia con la zona de importancia para la cigüeña negra”.
“Además de injusto y peligroso, este proyecto es de dudosa legalidad. Y aunque nos amenacen, lo seguiremos diciendo” ha sentenciado López de Uralde. Según él, “es urgente cambiar de rumbo hacia las energías limpias para detener estos proyectos y que no se vuelva a producir esta situación. Esperamos hacerlo posible a partir del 26 de junio”.