Este domingo 36,5 millones de españoles están citados para participar en las elecciones generales para elegir un nuevo gobierno tras la la efímera legislatura y la investidura fallida salidas del 20D.
En Castilla y León habrá 2,1 millones de electores entre los que están los 308.602 de Salamanca, 745 menos que el 20D y eso que se incorporan 1.381 jóvenes que desde entonces han alcanzado la mayoría de edad. Todo un síntoma más del imparable proceso de despoblación que vivimos.
Ahora, como el 20D, los comicios servirán para medir el desgaste del bipartidismo, cuyo final quedó certificado el 20D y fue la conclusión más clara de aquella cita. El PP todavía se defiende como gato panza arriba y el PSOE anda dando tumbos.
También es una oportunidad para elegir de nuevo entre la corrupción o al regeneración, para ver la resistencia de los españoles a castigar a quienes han demostrado mejores mañas para el saqueo (no han desaprovechado ni la visita del Papa para el pillaje) que para mejorar la vida de los ciudadanos, y la confianza que despiertan los partido emergentes, que han acabado con bipartidismo y ahora tienen ante sí el reto de afianzarse como opción de gobierno o de convertirse en una garantía para que el ejecutivo que salga de las urnas sea más decente o que no ocurra nada de eso y se desinflen.
También servirá el 26J para decidir cómo se reparten los sacrificios de la crisis y el ajuste del agujero de 8.100 millones de euros que deja como herencia el gobierno del PP, cuyo presidente en funciones, Mariano Rajoy, prometió a la UE que si ganaba las elecciones haría nuevos ajustes, y ya se sabe a quién han afectado los anteriores.
Poco o nada se ha hablado de eso en una campaña electoral anodina en la que los candidatos han estado más pendientes de no destruir puentes que de diferenciarse mucho del resto. No en vano, todas las encuestas coinciden en que los pactos serán necesarios tras las elecciones, y la incógnita que falta por resolver es cómo será la relación de fuerzas y cuáles las alianzas.
1 comentario en «26J, otra cita para elegir entre corrupción y regeneración»
A mí cuando menos me daría vergüenza escribir este mensaje velado pidiendo el voto en nombre de la decencia. ¿dónde está esa decencia? ¿quién no es corrupto? Tanto los que han estado como los que quieren estar tienen bastantes cosas que explicar.