Vestida de negro y subida a unos tacones de vértico, conquistó a los amantes del jazz en el bolsillo con su voz arenosa y su elegancia sobre el escenario
Los Jardines de Santo Domingo acogieron el concierto de jazz de Sylvia Howard. Le costaba pronunciar Salamanca, pero su voz arenosa conquistó a las decenas de personas que se acercaron hasta el emblemático enclave para escuchar su repertorio.
Howard es una de las voces más interesantes y personales del jazz internacional y no defraudó.
La sintonía con sus tres músicos era sublime y ella disfrutó sobre las tablas, teniendo como testigo de excepción la Catedral de Salamanca.