Policarpo Sánchez, el investigador especializado en patrimonio y presidente de la Asociación Salvar el Archivo, acaba de descubrir el carné de reportero en la Guerra Civil Española del escritor Antoine de Saint-Exupéry, cuando recaló en España como enviado especial del diario Paris-Soir en abril de 1937.
Pero no solo ha hallado ese tesoro, sino que en su camino en busca del permiso expedido por el gobierno republicano al autor de ‘El Principito’ ha encontrado otros documentos no menos sorprendentes.
Este Archivo, principalmente configurado a partir de la documentación política, social, y sindical que el régimen franquista requisó al final de la contienda fratricida para fines depurativos y de represión no seguía criterios archivísticos. «Para mayor dificultad», indica Sánchez, «más de la mitad de sus fondos quedaron sin clasificar cuando perdieron interés para el régimen de Franco, preocupado con el paso del tiempo en la aparición de nuevos enemigos, diferentes a los vencidos en la Guerra Civil, lo que también redundó en la ausencia de una clasificación con criterios archivísticos».
Fondos sin catalogar
El resultado es «una gran cantidad de fondos sin catalogar, cajas sin abrir y papeles extraviados, es decir en lugares inesperados como el carné de Saint-Exupéry», indica.
En el camino también ha localizado otros documentos inéditos de «extraordinario valor histórico y cultural«, como los carnés, similares a los del autor de ‘El Principito’, de Antonio del Amo Algara y Arturo Ruiz-Castillo Basala.
Antonio del Amo fue el director de algunas de las películas más emblemáticas durante la dictadura, entre ellas las protagonizadas por el niño cantor Joselito; sin embargo, en este carné Antonio del Amo figura en el Archivo de Salamanca como productor y periodista cinematográfico del PCE.
La Barraca
Arturo Ruiz-Castillo fue también director de cine, participó con García Lorca en el teatro ambulante universitario La Barraca, organizó la Feria del Libro en Madrid en 1935 y dirigió la primera serie en la historia de la Televisión de España, en 1957. En su carné figura como afiliado a la Alianza de Intelectuales Antifascistas en Defensa de la Cultura.
El ingreso en la Sección de Periodistas de la UGT del poeta y ensayista Juan Gil-Albert, del escritor, periodista y escritor César Falcón o del escritor Juan Rejano.
El carné de afiliado a la CNT del actor de teatro y televisión Paco Martínez Soria.
Una carta de Miguel Molina, fechada el 7 de julio de 1936, cuando se encontraba rodando su primera película, que no se estrenó hasta 1940 al estallar la Guerra Civil. En esta carta se muestra exultante: “como gran noticia le diré que canto en ella mi gran creación ‘Ya no te quiero gitana’”.
El alquiler en septiembre de 1938, por tiempo indefinido, del Círculo de Bellas Artes de Madrid a cargo del Partido Comunista de Madrid con inventario detallado de todo su mobiliario.
André Malraux
El permiso de libre circulación del Ministerio de Estado al escritor francés André Malraux para realizar una película de largometraje para propaganda de la República en el extranjero: “Espoir / Sierra de Teruel”.
El ingreso de Santiago Carrillo en la Sección de periodistas de UGT.
Una carta original con membrete del FBI y firma de su director Edgar Hoover, solicitando informes al Gobierno de la República sobre actividades de estadounidenses en España.
Sánchez dice que «con el descubrimiento del carné del autor de ‘El Principito’ y los demás documentos el Archivo de Salamanca puede superar la imagen de epicentro de disputas políticas y judiciales con que saltó a la opinión pública hace una década, y convertirse en un referente cultural de primer orden porque es un auténtico tesoro por descubrir».
Añade que «es hora de sacar el verdadero partido que tiene el Archivo de Salamanca, de poner de manifiesto su auténtico valor cultural, de darle el espaldarazo definitivo como foco de interés mundial. Es un auténtico tesoro y todavía hay mucho que investigar y contar».
Exposición
Por todo ello, me se ha dirigido por carta al Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, «en la que le muestro mi disposición a facilitarles la signatura de otros documentos de igual valor que el de Antoine de Saint-Exupéry, puesto que, al no estar catalogados ni identificados por el propio Archivo, hace imposible al Ministerio una fácil localización».
Y, con toda esa documentación, por su singularidad e importancia, le propone la organización de una exposición permanente en la nueva sede del Centro Documental de la Memoria Histórica sito en Salamanca. «Estoy convencido que será una exposición permanente de nivel mundial y de atracción para personas de todas las nacionalidades», concluye.
1 comentario en «Paco Martínez Soria era de la CNT»
Ya era más que conocido, de hecho sus primeros papeles en el cine fueron en pelis de propaganda del sindicato.