Cada vez son más los vecinos de Salamanca que se quejan de la falta de responsabilidad cívica que demuestran los dueños que perros que no recogen los excrementos de sus mascotas.
Felipe Pérez, de la Liga Canina, ha denunciado que esta situación es especialmente molesta en zonas como el Barrio del Oeste, donde habitan muchas estudiantes que acogen perros durante el curso.
La Liga Canina de Salamanca está realizando diversas campañas de concienciación y tenencia responsable de mascotas por diferentes municipios de la provincia. Esta actividad se debe a que son muchos los ciudadanos que se sienten molestos al intentar caminar por calles y parques plagados de excrementos de perros que no han sido recogidos. Cansados que caminar por Salamanca como si de un juego de esquivar bombas se tratase, algunos voluntarios intentan que esta situación cambie.
Según cuenta Felipe Pérez, este problema se acentúa en zonas como el Barrio del Oeste, donde “no hay espacios adaptados como el pipican y los pocos espacios verdes se llenan de excrementos”. Además del problema obvio que supone encontrar o pisar heces caninas, como el mal olor y la suciedad, se suman consecuencias más graves como transmisión de enfermedades o que se conviertan en el juguete de los niños.
Para Felipe Pérez la solución es que los dueños “se hicieran responsables”, ya que la causa es la falta de concienciación, tanto en lo que se refiere a cuidado de animales como en respeto cívico hacia los vecinos. “Es un tema que afecta a todo el mundo”, se queja, “lo pisas o lo tienes que rodear”. Por ello desde hace tiempo se dedican a dar información a los transeúntes o repartir bolsas.
El Ayuntamiento también realiza este tipo de campañas, aunque lo hace con sus propios mecanismos. Le piden al consistorio que refuerce esta actividad, instalando dispensadores de bolsas e informando sobre las multas porque, eso sí, si el dueño es pillado en el acto no recogiendo los excrementos de su animal, no se va de gratis.
No obstante, pillar a estos infractores en el acto es complicado. Aún así, si Felipe Pérez se encuentra a una de estas personas in fraganti, les intenta enseñar que es una práctica que no deben llevar a cabo. “Las personas lo entienden”, explica y la mayoría reclaman espacios adaptados para los perros.
“Es una cuestión de moral, de ética”, comenta. La tenencia responsables es una práctica que se debe potenciar a la par que se aumenta la insistencia de la frase “no compres, adopta” y que parece que el amor hacia los animales es mayor en nuestra sociedad.
Una de las razones por las cuales el Barrio del Oeste sufre más heces de mascotas que los demás es que alberga más cantidad de estudiantes, quienes apoyan la opción de acoger animales de protectoras durante el curso. Sin embargo, también la responsabilidad cívica debería potenciarse más, ya que, al fin y al cabo, es una cuestión de respeto hacia los demás ciudadanos.