El fiscal pide cuatro años de cárcel para dos mujeres acusadas de estafar un total de 132.000 euros a un hombre con deficiencia intelectiva. Las dos acusadas recibieron grandes cantidades de dinero de forma reiterada aprovechándose, presuntamente, de la enfermedad del demandante. Sin embargo, la defensa mantiene que no era estafa y que la supuesta víctima les daba ese dinero voluntariamente a cambio de un trabajo.
Dos mujeres, M.J.M.T. y M.G.T., hija y madre respectivamente, presuntamente estafaron repetidas veces a un hombre que padecía problemas de alcoholismo y deficiencia intelectiva. Según la versión del demandante, las acusadas le aseguraban que el dinero que él les daba era un préstamo y que se lo devolverían, y que llegaron, incluso, a amenazarle con cortarle la lengua si no les daba el dinero o contaba algo de lo sucedido. Las acusadas recibieron diversas cantidades de dinero a lo largo de año y medio hasta alcanzar los 132.000 euros. A cambio, la hija cuidaba de la madre enferma del demandante y él comía gratis en el restaurante que ambas poseían en Montejo.
El demandante sostiene que ellas le pidieron dinero porque pasaban por problemas económicos. Aprovechando que ya le debían dinero, el demandante le ofreció a la hija, principal autora, el trabajo de cuidar de su madre enferma, a mediados de 2011, pero no se estableció una cantidad concreta.
Valiéndose de la incapacidad que le producía su alcoholismo, las mujeres le obligaban a darle cantidades de dinero, le acompañaban personalmente al banco y él les daba el sobre que le acababa de entregar la entidad. El 25 de octubre de 2011, la acusada le firmó un pagaré con valor de 31.920 euros como garantía de que le iban a devolver ese dinero, que coincida con las cantidades que se sacaron de la cuenta en aquellos meses, pero asegura que, en realidad, no tenían intención de devolvérselo.
Motivaciones
La denuncia se interpuso cuando, tras el fallecimiento de la madre del demandante, una vecina del pueblo avisó a su prima de que el hombre se encontraba en mal estado. Desde ese momento, su prima fue quien comenzó a tener el control de su cuenta bancaria, argumentando que su pariente no estaba en condiciones de administrar su patrimonio debido a sus problemas psicológicos. Fue ella quien le convenció para interponer la denuncia por estafa.
Por otro lado, la defensa mantiene la inocencia de las dos acusadas. La hija afirma que ella recibía ese dinero a cambio de cuidar a la madre del demandante y que, a cambio, él le pagaba una vida de lujos, viajes, comidas y regalos, una situación en que ambos se sentían cómodos y de la que los dos disfrutaban. El pagaré se lo dio como garantía de que ella no le iba a dejar tirado si “ganaba la primitiva” o mantenía una relación de pareja con otro hombre. Mantiene, además, que el hombre fue convencido para interponer la denuncia por presiones familiares que se deben a intereses económicos, ya que esos familiares solo aparecieron tras el fallecimiento de su madre.
El fiscal y la acusación piden cuatro años de prisión para ambas acusadas, consideradas autora y coautora, además del pago de una indemnización por un presunto delito de estafa con engaño. El abogado defensor afirma que los hechos no han sido probados, que no había un plan preconcebido, ya que fue el propio demandante quien ofreció el trabajo, que él disfrutaba de la situación que ambos compartían y que las acusadas desconocían la deficiencia intelectiva del demandante.
Texto y foto: P. C. M.
