Iberdrola ha obtenido un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 3.892,1 millones de euros en el primer semestre de 2016, un 1,4% más que en el mismo periodo del año anterior. Si no se tienen en cuenta los factores atípicos y el efecto del tipo de cambio, este concepto se ha incrementado un 5,8% durante los primeros seis meses del año.
Esta evolución resulta especialmente significativa frente al descenso del 6% que el Ebitda de Iberdrola había registrado en el primer trimestre. «Se pone así de manifiesto que la compañía está cumpliendo su previsión de ir corrigiendo a lo largo del ejercicio el efecto de los impactos atípicos de los tres primeros meses del año», indica en un comunicado.
Del importe total de Ebitda, prácticamente las tres cuartas partes -74%- proceden de negocios regulados o con contratos de venta de energía a largo plazo: redes (48%), renovables (21%) y generación regulada (5%).
El beneficio neto recurrente ha alcanzado los 1.427 millones de euros hasta junio, un 13,8% más que en el primer semestre del ejercicio anterior. Esto ha sido posible, fundamentalmente, gracias a la buena evolución operativa de los negocios -el margen bruto aumenta un 2,1% hasta 6.776,3 millones de euros- y a la reducción del gasto financiero -un 30,3% menos que en el primer semestre de 2015-.
Resultado
El beneficio neto ha ascendido a 1.456,7 millones de euros, un 3,3% menos que en el primer semestre de 2015. Excluyendo el impacto extraordinario contabilizado en 2015 como consecuencia de la reversión de una provisión fiscal por la tasa de foralidad, el beneficio neto del grupo ha aumentado un 13%.
La evolución operativa del primer semestre permite a Iberdrola confirmar sus estimaciones de crecimiento para el final del ejercicio.
Así, la empresa cumplirá su objetivo de que el Ebitda crezca alrededor de un 5%, a pesar del impacto del tipo de cambio y de los efectos atípicos. Además, la empresa espera que el beneficio neto experimente un incremento mayor.


















