Parte del profesorado de la Facultad de Filosofía de la Universidad Pontifica está molesto con las últimas decisiones tomadas desde el Decanato y el Rectorado
José Luis Guzón, doctor en Teología y en Filosofía, Elena Postigo, doctora y una de las mayores expertas en bioética de España, y Pilar Pena Púa, doctora en filosofía del Derecho y Teología, impartían clase en la Facultad de Filosofía de la Universidad Pontifica. Sólo uno de ellos, Pilar Pena Búa, continuará el próximo curso. «Eso sí, entregándole asignaturas que no quiere nadie y para tener a una profesora menos quejándose. Por su parte, Guzón y Postigo han sido expulsados bajo la premisa de que no hay matrículas suficientes», explica un profesor de la Pontificia.
La expulsión de los profesores se produjo alegando un descenso del número de alumnos matriculados antes de que se abriera el plazo, que tuvo lugar el día 4 de julio. «¿Cómo sabían en el consejo de Facultad donde se decidió la expulsión que no iba a haber alumnos? Si ese consejo dónde estaban Ana Andaluz, catedrática, Jesús Conderana, vicedecano de la Facultad, Rosa María Herrera, decana, y Santiago García-Jalón decide votar, con el consentimiento de la rectora, se hizo antes del día 4. Allí fue donde se decidió expulsar a los profesores», puntualizan.
Además de la expulsión, los profesores han recibido un trato que tachan de «despótico» cuando les han obligado a vaciar de manera inmediata el despacho. «Como si fueran ganado porque no querían verles más», matizan. Algunos profesores indician que se quiere virar el rumbo de la Facultad y el despido de algunos profesores podría ser parte de esa estrategia.
También sostienen las mismas fuentes que los catedráticos Ana Andaluz, Rosa María Herrera y Santiago García-Jalón, en el consejo de la Facultad ofrecieron «una oposición férrea» que provocó la dimisión de Francisco Javier Herrero como decano y son los que han dado vía libre con su voto a estas expulsiones.
Promoción limitada
Por otro lado, pero sin salir de la Facultad de Filosofía de la Universidad Pontificia, otros profesores también están molestos con el trato que reciben. El estatuto de la UPSA especifica que un profesor que sea titular tenga derecho a pedir su paso a cátedra. Javier Herrero, de Teodicea, e Inmaculada Delgado, Filología Griega, como titulares solicitaron al consejo de Facultad acceder a la cátedra. «Gracias al mismo no pueden hacer la promoción de subir a catedráticos porque no les dejan sus propios compañeros», señalan las mismas fuentes.
La Facultad paralizada
Algunos docentes no comprenden el «desinterés» por la Facultad de Filosofía por parte del rectorado de la Universidad Pontificia. «La Facultad está paralizada por este nuevo decanato –Rosa María Herrera es la decana desde el 9 de febrero de 2016-. No ha querido verificar los títulos que estaban preparándose y tiene que explicar por qué se va a pasar de casi 100 alumnos de curso pasado a los 79 de este y los apenas 15 el próximo», explican desde la Facultad.
También señalan que durante los decanatos de Ildefonso Murillo y Francisco Javier Herrero se duplicó o triplicó el alumnado respecto al que hubo en los seis años como decana de Ana Andaluz, «cuando no llegaba a los 30 ó 40 alumnos», concluyen las mismas fuentes.
14 comentarios en «Revuelo entre los profesores de Filosofía de la Pontificia»
Parece que los problemas en esa Universidad siguen siendo graves y muy numerosos. A ver si los arreglan.
Algunas observaciones: se dice que un profesor titular tendrá derecho al pedir el paso a cátedra. El derecho a pedirlo nadie lo ha negado. Es el consejo de facultad el que aprueba, o no, si se convoca la plaza. No se le puede negar ese derecho al consejo de facultad. A los profesores titulares citados no se les ha negado el derecho a solicitar. Por lo que ellos, que son los que han dado todos los datos al periódico, no nieguen a otros lo que ellos han tenido. El periódico podía verificar los datos un poco mejor. La profesora Pilar Pena se apellida Búa, no Púa.
Dos los profesores que cita la noticia (Postigo y Guzón) no han sido expulsados. Se les ha rescindido el contrato, que en un caso al menos no era indefinido. El concepto de expulsión suena a castigo divino, cuando Dios «expulsa del paraíso a Adán y Eva».
A la pregunta de cómo sabían que no habrá alumnos el próximo año es muy fácil contestar. El grado no está acreditado por lo que no se impartirá primer curso. La pregunta que el periodista debe hacerse es ¿por qué no ha pasado la acreditación? ¿Será porque el exdecano, que da la información por detrás o a través de terceras personas a este medio, no hizo bien su trabajo, que eso sí es responsabilidad del decano? Sobre decir que la actual decana no ha querido verificar los títulos muestra una gran ignorancia del periodista, que tampoco firma esta noticia, como si le diera vergüenza. La verificación de un título depende de la Agencia de Calidad de la comunidad autónoma. Por lo tanto, escapa al deseo o no de cualquier responsable académico.
Sobre la decisión de expulsar a los profesores en el consejo de Facultad, el periodista ni se entera. Contratar o despedir solo es responsabilidad de la máxima autoridad de la Universidad, no de los consejos de Facultad.
Es una tontería decir que cuando alguien era decano subían o bajaban el número de alumnos como si el incremento o el descenso fueran motivados por quien sea el decano. En la vida no hay nunca un único factor y los estudiantes cuando se matriculan no miran a ver quién es el decano.
Me extraña el comentario tan informado de Antonio Sánchez cuando en el anterior articulo de la Crónica de Salamanca al respecto parece que desde la Universidad no han querido comentar nada… parece que hay quien no está a favor de este silencio institucional… Y, sobre el contenido, ¡qué pena por la Universidad de la Iglesia!
Eso son observaciones, usted mismo lo dice. Pregúntese por los hechos. Lo que está sucediendo no es ninguna tontería. Es lamentable. Si le importara la Universidad no diría eso y apreciaría el valor de los profesores que se van, porque les echan. Y qué dice del ex-Decano? Hable con conocimiento. Es un profesor excepcional, inteligente. Ha sacado adelante a Filosofía. Qué triste es descargar responsabilidades!
José Luis Guzón, Pilar Pena, Elena Postigo. Todo nuestro afecto y respeto.
He preguntado y me dicen que los tres profesores despedidos y el mismo ex decano son personas que respetan la identidad de Iglesia sin duda alguna, dos de ellos son sacerdotes y otra es miembro de un Comité pontificio en la Santa Sede. Esto sorprende mucho y preocupa más. En mal lugar ha quedado esa universidad de la Iglesia.
Pero también me aseguran que muchos otros profesores y cargos de esa universidad es sabido que mas bien manifiestan beligerancia. Este no es el camino, pero tiempo al tiempo.
Me parecen indignantes las palabras del abezado comentarista que dice llamarse Antonio Sánchez. Solo quienes vivimos la UPSA sabemos el estado tan horrendo en el que se encuentra la institución. A los alumnos no se nos toma en cuenta para nada, aunque se intenta, sin éxito, hacer ver que si.
Cuando no hay respuesta para algo se inventan una nueva normativa y así generan un clima de terror en el que nadie puede desarrollar su trabajo de una forma normal. Esto se está convirtiendo en una guerra fraticida por los que dicen tener unas creencias que no practican. Estos profesores son ejemplares y su labor es intachable.
Se ha perdido, de golpe, el carácter católico para convertirlo todo en una vanalización de un estereotipo que no nos representa. Quieren, sin contar con el apoyo de nadie, que nos deshagamos de las humanidades y que convirtamos la UPSA en una empresa, donde mercadear con el talento y la creencia de las personas.
Esto es un horror. No es católico. No es pontificio. No es más que un nido de abejas asesinas que utilizan la revancha como respuesta operativa.
A mí me da pena por los profesores porque al final los alumnos en unos años nos vamos. Pero este clima es insano.
Que se digne la rectora a dar su versión en vez de reformar despachos y poner a gente arriba que no se lo merece. ¿Nadie se acuerda de lo que hizo el marido de Ana Andaluz?¡ Pobre obispo que confió en La Cortés y se está llevando este chasco tan gigante!
Amigo, con todo mi aprecio… avezado y banalización. Saludos. ILG. 04.08.2016
Lenin vestido de castañera minutoa antes de la revoluçâo.
Roberto Castellano, ¡¡¡que te han pillao!!! ¡¡¡que te han pillao!!!
Que inutilidad la del Dr y secretario del vicerrector institucional. ¡A este ritmo te vas a la calle con tu jefe camarada!
En estos movimientos hay cómplices del equipo rectoral y, en el caso de esta noticia, de los actuales (e ineficaces) dirigentes de la Facultad de Filosofía: los obispos. La Conferencia Episcopal no tiene que contentarse con dotar de un ideario a esta institución, tiene que velar por su cumplimiento. Porque los ataques a esta facultad deben leerse en esta clave de ideario… Aunque parece, por los que se atreven a hablar, que no faltan ciertas dosis de venganza. Enhorabuena por sacar a la luz esto.
Y con personajes como Conderana por medio…
De momento los jesuitas se marchan a hacer la Filosofía a Roma… por algo será.
¿Los jesuitas? Todos. Si alguna persona quiere conocer el infierno que predican los curitas de mierda, que vaya a la pontificia. Eso es la arbitrariedad y la informalidad más absurda. De verdad, qué tristeza que me haya tocado estudiar ahí… Con el corazón en la mano: que esto no le toque a otra persona. No vayan a ese bodrio de sitio.