Santa Marta despertó este sábado con la emoción del toro del aguardiente, una de las citas imprescindibles de las fiestas de la localidad.
Muchos de los que ocupaban las gradas de la plaza de toros a las ocho de la mañana venían de empalmada tras una larga noche de fiesta. Otros despejados y bien dormidos y con apetito porque tras la primera vaquilla empezaron a darle al embutido, al queso y la bota de vino.
Lo que es en el coso había pocos muchachos (ninguna chica) y de los que había ninguno se caía al suelo. La batida de la Policía Local y de la Guardia Civil por el callejón sacando a los ‘doblaos’ evitó muchas situaciones de peligro ante las reses sueltas.
Eso no impidió que hubiera algunos sustos, no muchos, y una cogida nada más salir el toro, que dio un revolcón importante a un chico que salió levemente contusionado y con un pantalón para la basura. Pudo ser bastante peor.
Aunque él quería seguir viendo al toro que le había dado el topetazo, se lo llevaron para que lo revisara el médico, pero se constató que no tenía nada serio y regresó a la plaza.
Primero salió una vaquilla noblota, luego el toro noblote pero que se lastimó en una acometida contra el burladero, y cuando volvió cansado ya a los toriles muchos desfilaron para dormirla o seguir la fiesta en sus locales.
Este sábado sigue con la feria de artesanía y encierro infantil y almuerzo para los niños.
Por la tarde, exhibición de recortes y vaquillas, un festival de sevillanas, y por la noche espectáculo correfoc, verbena y fiesta musical.
Este domingo habrá, entre otras cosas, paella popular, vaquillas, festival de rock y noche de concierto y fiesta con DJ.