Como cada año por estas fechas, en unos días será el máximo de la más famosa lluvia de estrellas: las Perseidas, o lágrimas de San Lorenzo.
Todo apunta a que este año vienen fuertes. «Según las predicciones más optimistas, la noche del jueves 11 al viernes 12 podríamos llegar a ver hasta 500 meteoros, o estrellas fugaces, por hora», indica la Asociación Universitaria Supernova.
Observar una lluvia de estrellas es sencillo y está al alcance de cualquiera: basta con ir a un lugar oscuro, preferiblemente alejado de la ciudad, tumbarse y observar.
Este año, Supernova propone a los habitantes de la provincia de Salamanca la observación de las Perseidas con la aplicación móvil “¡He visto una!”, que se ha desarrollado en la propia asociación, y con la que cualquiera puede reportar el avistamiento de una estrella fugaz, indicando la trayectoria que ha seguido.
El objetivo es reunir observaciones de cada estrella fugaz desde diferentes puntos de la provincia, para intentar reconstruir la trayectoria de las estrellas fugaces por las capas altas de nuestra atmósfera.
Las lluvias de estrellas se producen cuando la tierra atraviesa una “nube de escombros” dejada por un cometa a su paso por el sistema solar interior. Cada estrella fugaz es una minúscula partícula que antes pertenecía al cometa, pero al ingresar a la atmósfera terrestre a altas velocidades se pone al rojo vivo, y produce el destello que todos conocemos como estrella fugaz.
Procedencia
Todas las estrellas fugaces de una misma lluvia viajan paralelas, en la misma dirección, de forma que, por efecto de la perspectiva, desde la tierra vemos como todas parecen venir de un punto concreto del cielo, que llamamos “el radiante de la lluvia”, y se corresponde con el punto de fuga.
La posición del radiante es lo que da el nombre a una lluvia de estrellas. Las Perseidas se llaman así porque su radiante está en la constelación de Perseo.
Normalmente esta lluvia de estrellas tiene un máximo de unos 100 meteoros por hora, «pero este año todo parece indicar que veremos bastantes más. El máximo este año será la noche del jueves 11 al viernes 12, pero varias noches antes y después del máximo es posible observar decenas de estrellas fugaces», indica la asociación.
Para observar la lluvia de estrellas sólo hay que alejarse de la ciudad, o al menos ir a las afueras, tumbarse, y mirar hacia arriba. Desde Supernova recomiendan llevar saco y ropa de abrigo, ya que, incluso en verano, de noche y en el suelo puede hacer bastante frío, y tumbarse con los pies mirando hacia el radiante de la lluvia, es decir, hacia la constelación de Perseo.