[dropcap]L[/dropcap]a humanidad puede dividirse en dos de tantas maneras como ideas quepan en una cabeza. Dos opciones son suficientes, esté incluida la adecuada o no. ¿Y por qué? Porque una vez creemos haber llegado al lugar, no existe motivación alguna para continuar. Reconócelo, cuando buscas algo siempre lo encuentras en el último lugar en que miras.
A favor o en contra. Pasti o antipasti. Pro o anti Pokemon. Qué historia esta ¿verdad? Cuando surge un fenómeno semejante, nos separamos como las aguas del Mar Rojo ante el bastonazo de Moisés.
Para los pokefans: Se dice en el otro lado, que esa mezcla de realidades “reales” y virtuales terminará por sacudiros en la cara, que os pongáis a buscar trabajo y si tenéis, ¡también, hombre ya! porque la caja de las pensiones está tiesa (ya os vale, estáis hundiendo nuestra sólida economía).Que habéis caído sin ofrecer resistencia al poder de la mano oscura que os gobierna y domina a su antojo para manteneros aletargados mientras ellos hacen el mal. ¡Pan y Circo! Debéis saber que este infernal juego supondrá el advenimiento de los jinetes del apocalipsis a lomos de sus caballos blanco, rojo, negro y bayo.
Para los críticos: Dicen los que se dedican a cazar dibujos animados que entretiene, fomenta el ejercicio, promueve el contacto social y el turismo interno, reduce el estrés y estrecha vínculos intergeneracionales ya que es una actividad a la que tienen acceso tiernos infantes y maduros adultos sin discriminar estatus o credo. Que levante la mano quien opine que estos pequeños detalles no son valiosos y dignos de ser disfrutados.
Para los creadores: No tengo claro si habéis encontrado América de camino a las Indias o simplemente habéis conseguido el resultado previsto. En cualquier caso, bravo, mi enhorabuena.
Para mí: Si de por sí, las paradojas son una rotonda sin vías de salida, esta se muestra en una espléndida versión dúplex.
La mejor defensa que se hace de este juego (me) invita a pensar que el juego en sí, aporta tanto como un flotador en el desierto. Hay miles y miles y miles de motivos no virtuales para pasear, conocer o reducir el estrés. Sobre todo esto último después de ver escenas de auténtica histeria colectiva. Tan terapéutico como el Tai Chi, claro que chí.
El mejor ataque que se puede hacer a este juego (me) invita a pensar que termina por aportar lo mismo que las cañas de los bares de cañas, los vinos de los bares de vinos y las copas de los bares de copas. El Madrid vs. Barça, Pasión de Gavilanes, o largar por esa boquita lo que no está escrito del cuñado o los hijos de la vecina. Mucho más sano, claro que sí.
Pikachu, amigo, disfruta de esta segunda oportunidad, coto privado del pantalón de campana, Raphael y poco más.Tiraremos de la cadena sin piedad. Preguntad a Europe por los discos que vendieron después de lo parda que la liaron con The Final Countdown.
Más información en: moveyourself-coaching.com
