El pasado jueves día 11 se produjo un nuevo conflicto en el centro penitenciario de Topas, en el Departamento de Enfermería, en el que un preso peligroso atacó a varios trabajadores, a los que intentó morder.
El incidente lo protagonizó el recluso que en febrero del pasado año tiró a un Policía Nacional, que resultó muerto, a las vías del tren en Madrid. Y que ya tenía varios intentos anteriores en este mismo sentido.
Se trata de un interno conflictivo, “que mantiene una actitud hostil y de amenazas hacia el personal sanitario y que provoca continuos incidentes que alteran la vida regimental de la enfermería del centro”, indica el sindicato Acaip.
El pasado jueves se arrancó por enésima vez la sonda conectada a su uretra, vertiendo los orines por las dependencias de enfermería, lo que obligó a intervenir al personal del centro.
Acaip asegura que “la endémica falta de personal que padece el Centro Penitenciario, hace que la resolución de los conflictos que continuamente surgen en el centro, estén generando situaciones de peligro e inseguridad entre los trabajadores, por lo que hacemos un nuevo llamamiento a las autoridades penitenciarias, para que doten del personal necesario el centro, cubriendo las jubilaciones de los últimos años, así como los pases a segunda actividad, que fundamentalmente están afectando al área de vigilancia”.
2 comentarios en «El asesino de un policía altera la vida en Topas»
Al final contrataran todo con vigilantes de seguridad ya que los funcionarios están siempre de baja,
Un catarro, una gripe, que me duele la cabeza, que estoy de depresión etc etc
Si el señor se empeña en una actitud poco constructiva se le debería facilitar algún tipo de terapia conducida por un familiar del policía que este señor asesinó. Eso facilitaría mucho las cosas y ahorraría esfuerzos a la sociedad. El fin de la privación de libertad es la reinserción en la sociedad, pero si el asesino no la acepta deberíamos pensar todos en darle unas palmaditas acordes con su desmán… y luego ir todos a mostrar nuestros respetos a ese policía que ya no podrá pasar una tarde de verano con su hija huérfana… Todo esto dicho desde el mayor de los respetos al asesino, no sea que alguien piense que queremos menoscabar la batería de derechos de los que sin duda se ha hecho merecedor.