La Plataforma Stop Uranio ha convocado una nueva concentración autorizada para este sábado día 20 de agosto, a las 13 horas, en el Cruce de La Fuente de San Esteban (antigua Nacional 620).
Para animar la participación la plataforma está realizando charlas y mesas informativas en distintas localidades de la comarca. Primero fue en Yecla de Yeltes, posteriormente en Villavieja de Yeltes y Boada y este jueves en Escuernavacas y el viernes en el Hogar del Jubilado de La Fuente de San Esteban. «La corporación municipal de Retortillo nos prohibió efectuar una charla informativa en el municipio», indica.
La plataforma indica que la empresa Berkeley Minera España S.L. ha iniciado los trabajos, movimientos de tierra y tala de encinas, para el desvío de la carretera comarcal SA-322 entre Retortillo y el Balneario de Retortillo como consecuencia del proyecto de aprovechamiento de Uranio de la Concesión de Explotación Retortillo-Santidad y asegura que la apertura de la mina es inminente.
Más suelo en Retortillo
También ha iniciado y presentado el expediente de autorización excepcional de suelo rústico de 1.445,82 hectáreas y la licencia urbanística en el municipio de Retortillo, renunciando a la parte de la mina que se asentaría en Villavieja de Yeltes.
Estas últimas actuaciones, según Stop Uranio, están creando «gran inquietud en la comarca. Aunque la empresa minera todavía no tiene los permisos necesarios para que pueda abrirse la mina, los pasos que se van dando son en ese sentido si no conseguimos parar el proyecto de Berkeley que una vez finalizado dejará en la zona un cementerio nuclear», indica la plataforma.
Stop Uranio cree que la mayor parte de la provincia de Salamanca puede verse afectada negativamente por la búsqueda del mineral de uranio que viene realizando Berkeley en todo el oeste salmantino. «Si finalmente se abre la mina de Retortillo-Santidad significará que todos los yacimientos satélites de la provincia llevarán allí a tratar el mineral extraído en otras minas, con las consiguientes molestias en el sentido de trasiego de camiones, paso de maquinaria pesada por nuestras carreteras; por no hablar de los efectos negativos de las explosiones previstas para extraer ese mineral o el deterioro medioambiental de un espacio natural que en parte tiene la consideración de reserva de la biosfera».