La Guardia Civil ha imputado un delito de incendio forestal por imprudencia a un vecino de Pedrosillo de Alba, por no vigilar ni tener precauciones con el motor de riego que hace una semana ocasionó el fuego que calcinó dos hectáreas y que llegó a suponer un peligro para las viviendas y personas que allí residían.
En el lugar de los hechos, la patrulla de servicio pudo observar como el incendio se había extendido por el paraje conocido como Prado de Zahara del mismo término municipal, se encontraba a unos quinientos metros del núcleo urbano, y había afectado ya a la zona forestal de la ribera del río Gamo.
A las 23:30 horas del mismo día, se extinguió por completo el incendio gracias a la acción de los agentes forestales de la Junta de Castilla y León y bomberos miembros de la Diputación de Salamanca, tras haberse quemado la totalidad de 2 hectáreas de arboleda de ribera y pasto.
La Guardia Civil inició entonces la investigación al considerar que se había producido por causas no naturales ya que aunque ese día fue muy caluroso, no hubo tormentas en la zona, tampoco existía tendido eléctrico en las cercanías y, además, se trataba de una zona aislada carente de paso reseñable.
Negligencia
Los guardias del puesto de San Pedro de Rozados y del Seprona de la Comandancia de Salamanca concluyeron que el incendio se produjo por un uso negligente de un motor de riego existente en la ribera del río Gamo, “considerándose que se hubiera evitado si se hubieran mantenido unas mínimas medias precautorias, como pudieran ser la limpieza de la zona situada alrededor de motor o la instalación de un mata-chispa en el tubo de escape del motor que disipara cualquier chispa generada por el aparato, además de mantener un control visual adecuado del funcionamiento del motor a tenor de las peligrosas condiciones climáticas del citado día”, indica la Benemérita.
La Guardia Civil recuerda que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había alertado del nivel extremo de riesgo de incendio para la provincia de Salamanca el día de los hechos.
Por todo ello, la Guardia Civil ha considerado autor de un delito de incendio forestal por imprudencia en calidad de investigado a un varón de 56 años de edad y vecino de Pedrosillo de Alba.