[dropcap]H[/dropcap]ace 50 semanas se me cayó al teclado la historia de un sencillo huevo al que se le concedía la posibilidad de escoger su camino con ciencia y conciencia. Ha venido a verme y me ha contado que lo más importante que ha aprendido desde entonces es a dudar porque sólo así, dice, se puede aprender. Que es un arte dudarse bien y cuando no lo hace, deja de poner atención a lo que acontece a su alrededor. Lo sólido sabe a arroz blanco y lo líquido a agua.
Dice haber aprendido que una leona es cruel hasta que ves a sus cachorros, que a veces hay que acercarse para ver las cosas bien y otras necesitan más distancia, que enviar un NO de avanzadilla no te abre ninguna senda nueva, que quien va vestido lleva una persona desnuda dentro, que utilizamos mucho más del doble una boca que dos orejas…
Que a veces, el último minuto es el mejor y mejor no añadir ni un segundo más, que no es lo mismo pensar y hacer que hacer y pensar, que todo se aprende y la práctica hace al maestro, que el miedo puede ser el más fiel aliado, que somos lo que vemos, oímos y sentimos y sentimos, oímos y vemos lo que somos, que como dice Vetusta, las medallas valen mucho menos que los arañazos…
Que basta con generalizar, distorsionar y omitir para que “X”sea una cosa y la contraria, que eso de más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer suena bien sólo porque se lleva diciendo mucho tiempo, que las horas de los días son de colores y que la vida, es toda una película…
Dice que no es lo mismo ganar que vencer porque a veces nadie tiene porqué salir derrotado, que lo divertido es jugar, no ir a juicios y para eso, no lo hay como conocerse a un@ mism@…
Dice que la libertad absoluta no existe, pero que no hay más noble aspiración si la ofreces con la misma intensidad con que la exiges, que las palabras nos acercan, nos alejan o nos duelen y no se pueden borrar. Que cuando se habla con una persona están discutiendo seis personalidades sin contar sus adyacentes, que sabes perfectamente que esa excusa que te estas poniendo para no hacer eso que de sobra sabes que debes hacer es muy muy flojita…
Dice que vaya usted a saber cómo encajar distintas piezas en el preciso momento en que ayer se hace hoy gritando ¡Adjudicado! ¿Por qué? Porque quizá están en lo cierto en Bhután, riqueza y felicidad ni siquiera tienen porqué tocarse…
Se pregunta si el amor está en el aire y basta con decirle ven para que lo deje todo, cuanto tiempo habrá que entrenar algo para que salga bien, si es un patrón que un cuerpo diga lo contrario que sus palabras… A veces se ve en posesión del eje del Universo…
Porque por querer, que sea el mar quien se encargue de hilvanar todo lo etiquetable, que se lleve las culpas y “toctoctoc” nos traiga los noquieros…
Porque por querer…
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