Van nueve las semanas que Emiliano Jiménez nos ha entretenido con los Dimes y Diretes o frases hechas que todos en alguna ocasión hemos utilizado, pero que él sabiamente nos ha explicado el porqué de ese dicho popular. Algunas de las frases continúan de rabiosa actualidad y otras han ido cayendo en el olvido, pero todas tienen su intríngulis y este verano hemos conocido su significado.
En Salamanca estudiantes; en Medina, plateros, y en Ávila, caballeros
Alude esta frase, hoy olvidada, a lo que más se daba en estas ciudades, gloriosas, en aquellos tiempos pasados. Salamanca, por su Gran Universidad, Medina del Campo, por sus famosísimas Ferias, y Ávila por la nobleza de sus ciudadanos y la fama de su Mancomunidad, la de los hombres más libres de la Europa medieval.
De Retortillo y Boada son los vaqueros, y de Sepulcrohilario, los carboneros
Es algo equivalente a la frase anterior, referida a unas poblaciones del oeste de la provincia de Salamanca. Lo mismo podría achacarse a muchas regiones y poblaciones de toda nuestra querida tierra española. Como por ejemplo, a que muchos de los arrieros eran maragatos; los serenos de Madrid, asturianos o gallegos, etc…
Tener la sartén por el mango
Se dice esto de quien domina la situación o lleva la voz cantante. El mandamás, en una palabra. Este dicho, culinario, es parecido a «Partir el bacalao». No me cabe la menor duda que en un país como España, de tan maravillosas Cocinas, nacional, regionales y locales, debe haber infinidad de expresiones sobre lo bueno y lo malo. Sería cosa de hacer una Tesis Doctoral sobre ello.
En todas partes cuecen habas
Como muestra de lo dicho más arriba, aquí tenemos esta frase, que quiere decir que sea lo que hagamos bueno o malo, siempre va a haber algo o alguien que nos ha precedido en la misma situación.
En la actual vida nacional española estamos acostumbrados a ver malos ejemplos. Pensad un poco que lo que nos ocurre a nosotros les puede pasar o haber pasado a otros. De hecho, casi siempre es así. Acordaos de aquello de que «la Historia se repite»; pero lo malo es que no leemos libros de Historia, y la que nos cuentan suele estar muy teñida de conveniencias…
Hubo una época en que está frase se cambiaba por «en todas partes se tuestan judías»; se refería al sentimiento antisemita, aludiendo a que los hebreos podían ir a la hoguera inquisitorial si no se plegaban a lo que se les demandaba… En contra de lo que se dice hoy día, esto no era exclusivo de los españoles. Más bien todo lo contrario: era en los reinos peninsulares donde mejor se les trataba, aunque siempre había quien se pasaba… Leed, leed lo que ocurría en Francia, en Suiza, en Alemania…
Cuando el demonio se aburre, con el rabo espanta las moscas
Se dice esto de las personas que siempre están haciendo algo. También, de aquellos -hoy tan frecuentes- que hablan sin ton ni son, que intervienen en las conversaciones sin decir nada nuevo, como si quisiesen incordiar por decir algo, porque todos vean «que aquí estoy yo». ¡Y para qué hablar de las insensateces que se leen en Internet!
Cuando las barbas de tu vecino veas quemar, pon las tuyas a remojar
Siempre me dio la impresión de que en un principio no eran las barbas lo que se mencionaba, sino los campos, o mejor las hierbas de los cercados, las «bardas».
Pero no es así. La frase original incluía «pelar» y no «quemar». Y es que rasurar una barba a pelo seco irrita bastante.
Es evidente que se alude a cualquier situación difícil que vemos alrededor, que nos dice que debemos estar preparados por si a nosotros nos pasa lo mismo.
Con la ayuda de un vecino mi padre mató un gorrino
Se dice esto cuando alguien presume de algo que ha hecho sin tener en cuenta la ayuda que recibió de otros. Es frecuentísimo que nos olvidemos de ello. ¡Recordad, por tanto, aquello de que hay que dar «a cada uno lo suyo»!
La frase procede de la imposibilidad que hay de que una única persona mate un cerdo sin la ayuda de otro u otros. Me refiero, por supuesto a las clásicas «matanzas» que hay en los pueblos de España, verdaderos festejos folclóricos y culinarios. Por supuesto, un matarife puede ejecutar la operación, él solo, con métodos modernos.





















