Opinión

Deprisa deprisa!!!

 

[dropcap]A[/dropcap] comienzos del siglo equisequis, la esperanza de vida en España no alcanzaba los 45 años. Hoy superamos con holgura los 80. El reloj de arena ha duplicado sus depósitos.

 

Curiosamente, además de disponer de una vida extra respecto a aquellos tiempos, hemos optado como sociedad por entender el reloj como enemigo al que batir por todos los medios, como si fuera un rival físico. La versión de pulsera se popularizó en Europa a lo largo del siglo XIX y desde entonces no ha dejado de ganar terreno hasta arrinconar a la versión biológica natural que estrenamos con el azote con que nos recibieron en el paritorio.

¿Por qué digo esto? Verás. En estos segundos que invertirás leyendo este párrafo concreto, podría compartir la respuesta a la pregunta que te he planteado. Sinceramente, estoy retrasando la entrega de la misma de forma absolutamente consciente. No es tu impresión, es cierto, te estoy robando granos de silicio mientras pones a prueba tu tolerancia ante la demora. Quizá con curiosidad, quizá con desgana, quizá con ansiedad o quizá te estés enfadando conmigo… Esa lucha que hemos ido perdiendo poco a poco como manada o especie o sociedad… Gracias por seguir aquí.

Te digo esto (aquí el porqué) por las serias dudas que tengo acerca de lo lógico, sano o sencillamente sostenible que puede resultar andar el doble, comer el doble, crecer el doble, querer el doble, amar el doble… en la mitad de tiempo. Haz la prueba. Bebe un vaso de agua a tu ritmo normal con cronómetro en mano, toma nota y procede a duplicar la cantidad a ingerir en la mitad del tiempo. Puedo adelantarte el resultado si quieres, lo vas a poner todo perdido, de ahí la recomendación de hacer este ejercicio con agua y no con vino tinto o mermelada de-mora

Una obviedad más, todos los procesos requieren de un tiempo mínimo de ejecución. Entonces, a comienzos del equisequis, cuando la partida duraba la mitad, sólo se podía comer a fuego lento (o crudo), había que encender la leña o el carbón y esperar, ir añadiendo los ingredientes en un orden lógico y esperar…

Ahora, disponemos de cacharritos que nos permiten ir el doble de deprisa aún disponiendo del doble de tiempo (40/80). Hazte con un microondas o una olla exprés y ganarás tiempo al reloj, se reducirá la espera, la demora de manera drástica. Así, por su propia naturaleza. Pero ojo, los ingredientes siguen teniendo sus manías y te harán masticar cada atajo que optes tomar.

Dice Arguiñano que un buen hornazo necesita 30 minutos a 200 grados en un horno. Ya me contarás que sucede si pruebas a ponerlo 15 minutos a 400. Puedes hacer la prueba a la inversa también, una hora a 100…

Hay un ritmo mucho más importante, que está muy por encima del que podamos marcar tú y yo o nuestros relojes. Mete prisa a un tomate y comerás plástico.

Más información en: moveyourself-coaching.com

 

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