[dropcap]L[/dropcap]a conservación del medio ambiente debe de ser un compromiso, aunque en la mayoría de las ocasiones realizamos estas gestiones por obligación, pues la legislación es muy amplia y detallada; pero, ¿sabemos o podemos saber lo que nos cuesta?
Por supuesto que sí y, por ello, debemos considerarlo en nuestros presupuestos y programas contables con el fin de convertir lo que parece utópico e inconcreto en algo real y tangible.
El marco conceptual, que dará lugar al desarrollo contable y evaluación económica de nuestra gestión ambiental, consta de diferentes partes todas ellas importantes y entrelazadas: delimitación del entorno económico y social, partes interesadas en la información sobre los costes ambientales, objetivos de la información sobre los costes, hipótesis básicas o reglas fundamentales en la elaboración de la información contable, cualidades y elementos de los costes ambientales.
Los elementos más complejos a la hora de evaluar económicamente la gestión ambiental son el retorno de los costes y la inversión realizada y su repercusión social; por ello, debemos clasificar en función de su frecuencia (ordinarios y extraordinarios), de la relación con el ciclo de vida de un proyecto (costes comunes, de diseño y apertura, de explotación y operación, de desmantelamiento y cierre) y de las actividades que los generan (de prevención y de efectos no deseados). Estos últimos, nos darán el valor económico del impacto ambiental de nuestra actividad por estar directamente relacionados con los daños y gestión de elementos contaminantes.
El compromiso se verá reflejado en el sistema de información pública por el cual se decante la empresa y que puede reducirse a la obligatoria o, por el contrario, apostar por mayor transparencia dando revelación voluntaria en el informe anual; realizando un informe o declaración ambiental, una memoria de sostenibilidad o un informe de costes ecológicos completos.
“Una persona que se preocupa por la tierra resonará con su espíritu”. (Sally Fox)
How much will it cost me?
[dropcap]C[/dropcap]Conservation of the environment must be a commitment, although in most cases we make these efforts by obligation, because the legislation is very comprehensive and detailed; but do we know or can we know what it costs us?
Of course, therefore, we must consider in our budgets and accounting programs in order to turn what seems utopian and vague in something real and tangible.
The conceptual framework, which will lead to accounting development and economic assessment of our environmental management consists of different parts all important and intertwined: delimitation of economic and social environment, environmental costs information required by stakeholders, information costsobjectives, basic assumptions or fundamental rules in the development of accounting information, qualities and elements of environmental costs.
The most complex elements in economical evaluation of environmental management are the return of costs and investment and its social impact; therefore, we must classify according to their frequency (ordinary and extraordinary), the relationship with the life cycle of a project (common costs, design and opening up, operating and operation, decommissioning and closure) and activities that generate them (prevention and unwanted effects). These latest, give us the economic value of the environmental impact of our activity to be directly related to the damage and management of pollutants.
The commitment will be reflected in the public information system by which the company decants and which can be reduced to obligations or, conversely, to bet on greater transparency giving voluntary disclosure in the annual report; performing an environmental report or statement, a sustainability report or a full ecologicalreport.
“A person who cares about the earth resound with his spirit «. (Sally Fox)
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