Desde hace mucho tiempo se conocía que había un impacto geológico en la salud, lo que no se había investigado es por qué.
La presidenta del capítulo español de la Asociación Internacional de Geología Médica, Elena Giménez Forcada, pone el aumento de casos de tiroides en zonas con altos componentes de yodo o la influencia del fluor en tiroides como ejemplos en los que la composición del suelo afecta a la población.
Salamanca se configura como punto de arranque de dicha disciplina en nuestro país con la celebración este lunes 19 de septiembre de la I Jornada de Geología Médica en España. El encuentro contó con la participación de unos 70 asistentes.
La doctora chilena Laura Börgel fue la encargada de pronunciar la conferencia inaugural. Destacó la necesidad de equipos multidisciplinares para resolver el problema de la contaminación ambiental.
El director del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Jorge Civis, también estuvo presente en la inauguración. Recordó que fue en 2006 cuando se constituyó la Asociación Internacional de Geología Médica y que ha sido en febrero de este año cuando ha tenido lugar en Chiapas (México). Este instituto presentó el proyecto HidroGeoTox, que estudia la influencia del agua en la salud.
La presidenta del grupo español de la Asociación de Geología Médica rehuyó dar una respuesta categórica a controversias que han surgido por el aprovechamiento del suelo, como el proyecto de la mina de uranio de Berkeley en la provincia de Salamanca. «Siempre que se incide en el medio, como sucede en las explotaciones mineras, puede ejercerse un efecto de algún modo en la salud», indicó la doctora Giménez Forcada, «pero el problema no está tanto en qué se puede hacer sino en cómo se hace».