El BM Ciudad de Salamanca debutó este sábado en Primera División del balonmano nacional (grupo B) con un sabor agridulce.
Los de negro llenaron el pabellón Río Tormes de un público que vibró con el espectáculo, pero perdieron su primer partido en la categoría ante la Universidad de Valladolid (26-35).
El rival, muy corpulento, se convirtió en una barrera infranqueable para los salmantinos, que aguantaron el tirón hasta el último tercio de la primera parte, cuando los pucelanos pisaron el acelerador aprovechando algunas imprecisiones en ataque de los de negro para irse al descanso con una ventaja de cinco goles (12-17).
Tras el descanso, no hubo forma de reducir esa diferencia y los pucelanos siguieron aumentando su renta para acabar con un 26-35 que quizá sea demasiado castigo para los charros.
Eso, sí, el público que llenó las gradas ha podido comprobar cómo ha subido el nivel del balonmano que se puede ver en Salamanca.