Un ganadero de Lumbrales ha denunciado la muerte de un ternero limusin de pura raza recién nacido como consecuencia de un nuevo ataque del lobo producido en la noche del domingo al lunes. El ganadero, que ha cursado la correspondiente denuncia ante Medio Ambiente, sólo encontró al amanecer unos pocos huesos del becerro.
Este nuevo ataque confirma que el lobo continúa en la zona de las Arribes «y que lo único que ha cambiado en los últimos meses es el hartazgo de los ganaderos que ya se han aburrido de denunciar públicamente sus pérdidas, hartos de la pasividad de la Administración, que continúa sin hacer efectiva la autorización que tiene para abatir a dos ejemplares de lobo en la zona», indica Asaja.
En las últimas semanas se han producido ataques en Lumbrales, Olmedo, Bañobárez… que han sido denunciados por los ganaderos ante Medio Ambiente, «confirmando que la ganadería extensiva es incompatible con la presencia del lobo en la zona de Arribes», selaña la agrupaciónagraria.
Por otra parte, los ganaderos han detectado desde hace unos meses, con la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de indemnización, «la reticencia de algunos agentes Medio Ambientales a certificar la muerte por lobo de ciertos ataques», que se atribuyen a perros silvestres.
Asaja Salamanca reclama a la Junta de Castilla y León que utilice todos los medios disponibles para «acabar con esta lacra que sufren los ganaderos de Arribes y que indemnice a la mayor brevedad posible a los ganaderos que sufrieron los ataques de lobo antes de poner en funcionamiento el nuevo sistema del seguro a principios de verano».