[dropcap]E[/dropcap]se cacharro cuadrado, con antenas y con luces que tenemos en nuestra casa parece inofensivo pero, ¿de verdad lo es? Es como el corazón de la casa, sin él nuestra vida virtual no funciona.
Creemos que las ondas que generan estos aparatos sólo transmiten el Internet a todos nuestros dispositivos, pero numerosos estudios han demostrado que también son capaces de detectar la presencia de personas y sus movimientos. Se ha llegado a adivinar el contenido de una conversación gracias a la señal wifi, un arma potencial que sirve para espiar a la gente sin cámaras ni micrófonos.
Con estas ondas se ha conseguido un sistema que monitoriza el movimiento de los dedos de las manos de una persona para averiguar qué teclas está pulsando y así saber información privada como una contraseña. Cuando se pulsa una determinada tecla, los dedos van a moverse en una dirección única, lo cual genera un patrón que la máquina puede memorizar.
No olvidemos que todo lo que nos comunica con el exterior puede ser una ventana para recibir ataques a nuestra información privada, por lo que conviene tener una buena seguridad en nuestro sistema de Internet.