Tenían que enseñar en las escuelas las maniobras de reanimación cardiopulmonar, porque así se salvarían vidas.
Doscientos veintidós alumnos de 1º de Medicina y Odontología aprenden en la Facultad de Medicina las maniobras de reanimación cardiopulmonar y el empleo del desfibrilador. «Es la primera experiencia de este tipo que se trae a una facultad en España y así, los alumnos tienen una experiencia práctica a la vez que teórica», explica Alberto Caballero, director del Instituto de Estudios de Ciencias de Salud de Castilla y León.
Junto a él y mostrándose igual de satisfecho, Francisco Javier García, decano de la Facultad de Medicina, quién señaló que asumían el coste elevado de esta tipo de experiencias porque creían que era «importante para los alumnos. Los estudiantes están encantados con la experiencia, porque complementan de manera práctica lo aprendido en la teoría».
Y los alumnos, ¿cómo están de satisfechos con esta actividad pionera? «Estamos encantados y los monitores, estupendos».
El curso tiene una duración de ocho horas, cuatro de ellas destinadas al soporte vital básico, donde tienen 30 minutos de teoría y el resto de prácticas de maniobra de reanimación. Las cuatro restantes están divididas de igual modo, media hora de teoría y el resto, para conocer el funcionamiento de un desfibrilador.
Los 220 alumnos están supervisados por 28 instructores que les transmiten los conocimientos y habilidades necesarias. Los grupos están conformados por ocho alumnos, por lo que todos tienen que realizar las prácticas.
Tras la actividad, los participantes estarán capacitados en las técnicas impartidas y recibirán una acreditación válida a nivel europeo. Además de recibir un diploma como participantes en el curso.
En España, 48.000 personas sufrieron un paro cardiaco el año pasado.