Las Murallas de Salamanca y su defensa de la ciudad

El mapa de la Muralla en la Salamanca del siglo XI.

 

[dropcap]L[/dropcap]as murallas desempeñan una labor de protección y recogimiento de los habitantes de una zona o más bien de frontera física entre dos zonas colindantes, véase el caso del Limes Romano que delimitaba los limites, plural en latín de Limes, del Imperio Romano compuesto por varias murallas como el Muro de Adriano en Gran Bretaña, a la vez que contaba con fuertes y empalizadas.

 

En el caso de las murallas de una ciudad, siendo la de Salamanca la que nos ocupa, la función de diferenciación o frontera es entre el agro y la urbs, la ciudad y lo que no lo es. Con esta diferenciación se posibilita una fiscalización del tránsito, tanto de personas como de bienes, es el impuesto conocido como Portazgo. Pero de esto hablaré más adelante, ya que este sentido y funciones se le añaden después.

Como dije en otra ocasión, el primer poblamiento de Salamanca se situó en lo alto del Cerro de San Vicente durante la Primera Edad del Hierro, al asentarse allí un grupo Vetón, aunque posteriormente al conquistar Aníbal la ciudad, aparezca como un núcleo Vacceo.

Así pues, el asentamiento, por estar en lo alto de un cerro como el de San Vicente, poseía unas defensas naturales por la parte que da al rio, por lo que el primer elemento defensivo construido es un muro terrero de unos 90 metros de largo y unos 2 metros de ancho con traza arqueada protegiendo el lado Noroeste.

Es posible que, como defensa adicional, la muralla contase con lo que se conoce como Campo de Piedras Hincadas, que viene a ser una zona frente a la muralla que se siembra de rocas puntiagudas de base roma que dificultan y ralentizan el paso de los soldados, con lo que pueden ser atacados por los defensores más fácilmente desde lo alto de los muros, o bien serán conducidos hacia zonas más fáciles de defender y que, por tanto, no contaran con piedras hincadas. Esto último es muy útil en caso de no disponer la ciudad de suficientes defensores como para cubrir todo el perímetro de forma eficaz, concentrando así las fuerzas en un punto concreto.

Llegado el siglo IV a.C y ya rebasados los límites del muro, la población se traslada al Teso de las Catedrales, quedando así el poblado original como una barriada aneja.

En el nuevo emplazamiento se construye una nueva muralla, esta vez de hasta 3 metros de altura en algunos puntos y de unos 4 metros de anchura y que disponía además de fosos en zona más débiles como el actual claustro de la Clerecía.

La Peña Celestina.
La Peña Celestina.

Así, esta muralla que será conocida como Cerca Vieja a la que colocaremos su inicio en el Huerto de Calixto y Melibea para trazar su perímetro, discurre junto al rio Tormes hasta la calle Tentenecio, donde se encontraba la puerta del Rio, también conocida como Puerta de Aníbal o de Hércules.

Siguiendo su trazo y muy cerca del puente romano se encontraría el Postigo Ciego que podría ser la entrada a la alcazaba en tiempos de la dominación musulmana.

El lienzo de la muralla continúa junto a la Calle de San Juan del Alcázar donde se encontraba la puerta del Alcázar, bordearía el propio Alcázar en la Peña Celestina y subiría por la Vaguada de la Palma, que en aquel entonces albergaba el arroyo de Los Milagros. Llegando hasta el Palacio de Congresos y Exposiciones, atravesaba la Facultad de Geografía e Historia y la Clerecía hasta llegar a la Puerta del Sol, en las inmediaciones de la Casa de las Conchas. Desde allí, el muro desciende por la calle Palominos cruzando el Colegio Mayor de San Bartolomé, posteriormente reconstruido y llamado Palacio de Anaya, hasta la Puerta de San Sebastián en la calle Tostado y desde allí, de nuevo al huerto de Calixto y Melibea. Este perímetro de la muralla permanecerá prácticamente inalterado hasta el siglo XII cuando Alfonso VII ordena una ampliación.

puerta san pablo murallasLlegado el siglo II a.C, con la dominación romana, se construye una nueva muralla siguiendo el trazado de la anterior con diversas mejoras defensivas y afianzándose después con torreones como los que hay en el huerto de Calixto y Melibea.

Tanto la ciudad como su amurallamiento sufren un importante declive entre los siglos VI  y XI, por ser un periodo inestable debido a las invasiones visigodas y posteriormente musulmanas con sucesivas conquistas y reconquistas. Existen pocos datos sobre la muralla en este periodo, pero si hay pruebas de varias reconstrucciones como en la actual zona de la Casa Lis con hileras parecidas a las de construcción Omeya, de Soga y Tizón, que es un tipo de aparejo en el que se posicionan los sillares de forma horizontal por su lado más largo, soga, y por su lado más corto, tizón, pudiéndose combinar ambas formas.

Es en el año 977 cuando la muralla queda más seriamente dañada al sitiar Almanzor la ciudad. A pesar de destruir gran parte de la defensa al utilizar máquinas de asedio desde la orilla izquierda del Tormes, además de devastar los alrededores de la ciudad y reclutar forzosamente a cristianos de la zona, Almanzor se ve obligado a levantar el asedio ya que no cae la ciudad. Aun así, 9 años después termina por conquistarla aunque no hay datos de que la muralla recibiera aúnmás daños.

Con la posterior toma de Toledo en 1085 por parte de Alfonso VI y tras las repoblaciones que tienen lugar en la ciudad, lo que queda de la Cerca Vieja no es suficiente y durante el siglo XII y XIII se construye la que sería conocida como Cerca Nueva, de la que hablare en otro momento.

Por: Jonatán Durán Sánchez

Fuentes:  http://salamancapasoapaso.blogspot.com.es/

http://www.diariodeleon.es/noticias/revista/ataques-almanzor-reino-leon_415400.html

https://revistas.ucm.es/index.php/CMPL/article/viewFile/37730/36511

http://www.salamancaterritorioveton.com/

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