El sindicato laboral CGT ha organizado este martes una manifestación de protesta contra el despido improcedente de una trabajadora de Mercadona por sufrir una lesión. La afectada ha manifestado que sus problemas laborales comenzaron con la llegada de una nueva coordinadora, quien está causando problemas de ansiedad en otros trabajadores.
Rocío García era una trabajadora de Mercadona, donde según ella se encontraba “dentro de lo que cabe, muy bien”, hasta que llegó una nueva coordinadora a su supermercado, quien cambió su puesto a Pescadería. “Mi mano empezó a sufrir problemas”, explicó,“le dije que no podía estar ahí, ella me exigió, visitas continuas a la mutua hasta el día que he dejado de trabajar… Fue mi mano, fue mi muñeca, fue mi codo… era presión, acoso, broncas, humillaciones, desprecios constantemente”.
Así narra Rocío García el suceso, aunque no era la única que padecía estos problemas con la nueva coordinadora. “Igual que a mí, le está pasando a mucha más personas. Hay mucha gente dentro con ansiedad, con presiones, escondiéndose por los pasillos cada vez que la ven, llorando en las cámaras del congelado…”
Por desgracia, la afectada no ha podido presentar pruebas de este acoso laboral. Mientras sus compañeros de CGT la apoyaban a las afueras del edificio de la Junta de Castilla y León, donde se llevaba a cabo el acto de conciliación, Rocío García se reunía con la abogada de la empresa. Según ha explicado a la salida, debido a que dicha abogada es externa a Mercadona, no le dan opciones para pactar de otra manera, por lo tanto procederán a pagarle un despido improcedente.
Tal y como explicaba Eduardo Moreno, secretario de acción sindical de CGT, la afectada fue despedida alegando que realizaba un mal trabajo en reposición de productos, cuando, en realidad, sufrió una lesión fruto de su trabajo en Pescadería. “Las bajas del Mercadona están muy por debajo de un 1%”, ha explicado.
La manifestación pedía que volvieran a contratar a Rocío García y “que traten a todos los trabajadores con la dignidad que se merecen”, aunque no ha sido posible.
Texto y fotos: Paula Castro