¿Será un timo?¿Cogerán mis datos? Son preguntas que salen de más de uno a la hora de tener que realizar un pago a través de la red, ya sea por comprar una lámpara, un mueble o una funda para el móvil.
Hoy en día la mayoría de transacciones bancarias se pueden realizar desde nuestros dispositivos móviles, lo cual hace que sea mucho más cómodo llevar las cuentas y organizar nuestro dinero. Durante estos últimos años se ha hecho mucho hincapié en potenciar esta rama de la informática, por lo que hay que estar al tanto de las últimas innovaciones del sector.
Parece que hasta que las grandes marcas no han sacado sus propios sistemas de pago móvil no nos fiamos del todo. Apple y Samsung se han sumado a esta iniciativa, lo que, junto a la proliferación de las apps de nuestros bancos ha llevado a que se incrementen las transacciones de este tipo. Pero, ¿es seguro que algo sea tan rápido y tan fácil de realizar?
Apple Pay, Samsung Pay y Google Pay han llegado para quedarse y hasta que estas tecnologías lleguen hasta la frutería de tu barrio queda algún tiempo. Teniendo tus tarjetas guardadas en tu móvil es tan fácil hacer un pago como acercarlo al datáfono del comercio retirarlo cuando pite.
Ya no hay necesidad de cargar con carteras llenas de tarjetas que se pueden perder en un despiste. Cabe destacar que los grandes de la tecnología no han escatimado en seguridad, como es lógico pensar, por lo que en caso de robo o pérdida del móvil no se va a poder acceder a la información debido a la seguridad que hay para entrar en la aplicación de pago.
También han surgido aplicaciones que ayudan en las situaciones cotidianas, como es por ejemplo pagar una ronda en un bar. Cuántas veces te han tenido que prestar dinero porque no tenías suelto y el camarero se niega a cobrar por separado para coger la vuelta. Aplicaciones como Twyp, Sliptwise o Yaap Money sirven para esto, haciendo que sea más fácil el compartir gastos y acordarte de cuánto dinero le debes a un amigo.