Como si de La Guerra de las Galaxias se tratara, este año el grupo Matarromera prepara la vendimia con nuevos aliados, los drones.
Con el objetivo de que estos nuevos «trabajadores» aumenten el rendimiento de los viñedos, su tarea consistirá en sobrevolar los mismos y obtener datos sobre la evolución de la vegetación.
Para recoger datos de forma más rápida y precisa, los pequeños «aviones no tripulados» serán los encargados de hacer una vendimia selectiva por zonas.
La combinación de drones e imágenes infrarrojas y multiespectrales hace que sea posible analizar el vigor de la viña y obtener datos como el estado sanitario de las hojas, la actividad clorofílica o el estrés hídrico de las plantas.
Todo esto aporta indicadores sobre la calidad de las uvas para decidir el momento idóneo para recolectarlas. También se puede optimizar la cantidad y lacidad de las cosechas, así como automatizar la gestión de los viñedos.
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