Un 30% de los niños y adolescentes actuales padecerán alguna alteración relacionada con el sueño en su desarrollo, según ponían de manifiesto este jueves los profesionales en el primero de los cursos de la XXX edición del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) que se está celebrando en Salamanca
El sueño juega, según los pediatras, un papel fundamental en muchas esferas del desarrollo infantil. De hecho, uno de cada cinco problemas de comportamiento infantil están causados por alteraciones del sueño.
Los profesionales de Atención Primaria son fundamentales a la hora de detectar estos posibles problemas y tratarlos, ya que son los primeros consultados por los padres que buscan consejo y/o tratamiento para niños y adolescentes. Sin embargo, estudios recientes apuntan a un posible infradiagnóstico de estas problemáticas, ya que el 20 por ciento de los pediatras no preguntan sobre sueño en los controles de salud.
Otra de las cuestiones expuestas ha sido la importancia del primer año de vida a la hora de adquirir patrones de sueño. Está comprobado que los niños que duermen de forma autónoma tienen menos despertares con reclamo. Los primeros seis meses de vida, un bebé dormirá hasta 17 horas pero lo hará en ciclos de tres y cuatro horas. No será hasta los 6 o 7 meses de edad cuando los niños consigan un ritmo de sueño nocturno continuado.
El buen dormir es la combinación de leyes biológicas, el apego y la actitud de la familia. Cada persona tiene unas necesidades individuales de sueño y no existen datos absolutos sobre cuántas horas diarias debe dormir un niño o un adolescente pero sí hay unas recomendaciones para una salud óptima, que vienen de la mano de la Academia Americana de Medicina del Sueño (AAMS) y que establecen que un bebé entre 4 y 12 meses de edad debería dormir de 12 a 16 horas diarias; de 1 a 2 años de edad, de 11 a 14 horas diarias; de 3 a 5 años, de 10 a 13 horas; de 6 a 12 años, de 9 a 12 horas; y de 13 a 18 años, de 8 a 10 horas de sueño diarias.
Dormir un tercio de la vida
El ser humano invierte, aproximadamente, un tercio de su vida en dormir, una actividad que es absolutamente necesaria porque permite funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico.
El curso pre congreso sobre Trastornos del Sueño en la Infancia ha contado con la intervención de los pediatras Teresa de la Calle, de Salamanca; Gonzalo Pin, de Valencia; Cleofé Ferrández, de Tenerife; Inés Hidalgo, de Madrid; Ramona Mínguez, de Valencia; Manuel Sampedro, de Ourense; y Amalia Lluch, de Valencia.