La llegada del otoño es sinónimo de comienzo de temporada de setas. En cuanto empiezan a caer las primeras lluvias del mes de octubre y los árboles se tornan amarillentos, muchos salmantinos empiezan a pensar en programar una salida al campo para recoger setas. Sin embargo, por muy apetecible que sea el plan, las setas son unas de las plantas más peligrosas para las personas, puesto que la línea que separa una especie comestible y otra venenosa es muy fina y delicada.
José Ignacio Gómez, de la Sociedad Micológica de Ciudad Rodrigo, recomienda encarecidamente que los interesados en salir a llenar su cesta de setas lo hagan acompañados de una persona con plenos conocimientos de micología. “Si no se sabe, no se coge”, tal y como aconseja repetidas veces. Una persona que no tiene conocimientos sobre estos hongos tiene muchas posibilidades de coger setas venenosas, por lo que la mejor idea es acercarse a la asociación a aprender sobre el tema, conseguir bibliografía y guías adecuadas.
La micología es una ciencia muy complicada, dicho por boca de expertos micólogos, pues hay más de 2.000 especies diferentes y hay que conocer al detalle todas las razas de hongos y sus características. No vale solo con dar ligeras indicaciones sobre las características físicas de las setas. “No hay regla”, explica José Ignacio Gómez, para reconocer una seta venenosa no vale diferenciación de colores, anillos o lugares de procedencia. Lo fundamental es tener una base de conocimiento botánico, algo que se puede adquirir en uno o dos años.
No es baladí que los expertos en este tipo de plantas nos repitan tanto estas recomendaciones, ya que el daño que puede hacer una seta no comestible puede ser muy pernicioso para la salud, llegando a casos de peligro extremo. Estas setas pueden ser mortales o, en el mejor de los casos, solo tóxicas. Si se trata de una intoxicación, es un asunto de poca importancia, ya que resultaría una gastroenteritis que se pasaría al poco tiempo, cuando el organismo expulsara aquello que es malo para su correcto funcionamiento. Sabremos que se trata de este caso si el malestar comienza al poco tiempo de haber ingerido los alimentos.
Sin embargo, la otra opción no es tan positiva. Si resulta que la seta que hemos ingerido es potencialmente mortal, nuestro organismo comenzará a sufrir alteraciones hepáticas y renales. Si los síntomas comienzan un largo tiempo después de la ingesta, lo mejor es acudir al médico lo antes posible. Afortunadamente, la atención sanitaria para este mal está protocolizada y se basa en hacer una intervención para eliminar los restos del alimento.
Salidas programadas
Para aquellos que estén interesados en hacer una salida al campo para buscar setas y no quieran exponerse a estos peligros por falta de conocimiento en este área, la Sociedad Micológica organiza salidas todos los años a las que se puede apuntar todo el que quiera. Estas salidas se suelen efectuar los sábados y las especies recogidas se muestran en una exposición que se realiza el domingo siguiente. En estas salidas se recomienda que los asistentes vayan libremente y, después, se identifican las especies recogidas. Esto se hace para evitar aglomeraciones en la excursión.
Los mejores lugares para recoger los distintos ejemplares que crecen en la provincia de Salamanca suelen ser la Peña de Francia y el Rebollar. No obstante, José Ignacio Gómez informa de que este año no es el mejor momento para estas plantas. Apenas ha llovido y hemos tenido altas temperaturas hasta mediados de octubre. Por suerte, según Gómez “el campo aquí es muy agradecido, se viste rápidamente con poca lluvia”. La temporada de setas, así como de otros tipos de plantas, está supeditada a la meteorología y las heladas son muy perniciosas para estos hongos, pero el tiempo idóneo podría ser el mes de noviembre, antes de que empiece el frío de invierno.
Setas y hongos, un rico manjar
Algunas de las mejores especies para recoger son los boletus, ejemplares muy famosos y codiciados en el mundo culinario; el huevo de rey, cuya forma es bastante característica y reconocible; las tradicionales setas de cardo; la chantarella, que tiene una apariencia llamativa; y los parasoles, que tampoco son difíciles de reconocer. Sin embargo, es mejor mantenerse alejado de las amanita faloides o amanita virosa, ya que son tóxicas. También hay que tener en cuenta que estas setas solo pueden causar daños si son ingeridas, así que las personas pueden acercarse a inspeccionarlas sin problema.
Lo que sí nos advierten desde la Sociedad Micológica es que las personas tengan especial cuidado con estas plantas. Si son muchos los salmantinos que quieren llevarse setas recién recolectadas a la mesa, esto puede ser perjudicial para el medio ambiente de la provincia porque pueden hacer peligrar el desarrollo de las especies. Los hongos realizan una función importante en la naturaleza, pues conviven en simbiosis con los árboles, a los que aportan beneficios como proporcionar oligoelementos minerales y facilitar la succión de humedad.
Si se quiere participar en esta divertida actividad tradicional del otoño es necesario respetar a la naturaleza, de la cual las setas forma parte fundamental porque cumplen una función vital para su desarrollo. También es muy necesario recordar que, si no se conoce nada del campo de la micología, lo mejor es no exponerse, pues las consecuencias pueden ser fatales para la salud humana.