El Seprona de la Guardia Civil de Salamanca y la Unidad Cinológica Central, en colaboración los agentes del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, inspeccionaron la semana pasada explotaciones agropecuarias de la provincia.
Las actuaciones se enmarcaron dentro de la ‘operación Antitox’, puesta en marcha para detectar el uso irregular de biocidas.
Se inspeccionaron naves vinculadas a explotaciones agrarias y se realizaron rastreos en el campo con la ayuda de perros especializados en la detección de cebos envenenados; todo ello con el fin de investigar los casos de fauna protegida envenenada ocurridos en la provincia.
Los trabajos se han desarrollado por distintas zonas de la provincia de Salamanca, abarcando las comarcas del Campo de Alba, Campo de Peñaranda, Abadengo, Campo de Vitigudino y Arribes.
El resultado de las investigaciones ha permitido detectar productos fitosanitarios ilegales y caducados, junto con la detección de artes de caza no autorizadas, que han dado lugar a los correspondientes comisos por infracción administrativa.
Las muertes de fauna protegida por envenenamientos, cepos y disparos se encuentran entre las principales amenazas para la recuperación de especies protegidas y en peligro de extinción. Dichas muertes están dificultando los esfuerzos para la recuperación de estas especies que están llevando a cabo tanto la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, como otros organismos públicos de España y Portugal.
Las actuaciones conjuntas del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y de los Agentes de Medio Ambiente se encuadran dentro del marco de colaboración y coordinación entre dichos cuerpos de Agentes de la Autoridad en la vigilancia y persecución de todas aquellas actividades ilícitas perturbadoras del medio ambiente.