«Represento al Consejo Social de la Universidad en las Cortes pero, no tengo relación con ellas»

Cipriano González, profesor recién jubilado y veterano político que ha desempeñado, entre otros y siempre afiliado al PSOE, los cargos de alcalde de Béjar y presidente de la Comisión de Economía del Parlamento regional

«Soy representante de las Cortes de Castilla y León en el Consejo Social de la Universidad de Salamanca pero, desde que me designan, yo no tengo relación con las Cortes de Castilla y León durante los cuatro años que estoy en el cargo». Quien así habla es Cipriano González, presidente de la Comisión de Economía del Parlamento regional. Ahora, repite un segundo mandato como miembro del Consejo Social de la Universidad de Salamanca, a propuesta del Grupo Parlamentario Socialista.

El miércoles, día 26, el Parlamento eligió a sus representantes en los consejos sociales de las universidades de Castilla y León. En la de Salamanca, además de a Cipriano González, designó a María Eugenia Bueno y a Manuel Bruno, estos dos a propuesta del Grupo Popular.

Cipriano González se queja de que durante los cuatro años que lleva en este cargo no ha tenido oportunidad de transmitir lo que sucede en el Consejo Social de la Universidad a la institución que le designó, las Cortes de Castilla y León. «La idea es poder ir a la comisión permanente que corresponda y con la frecuencia que se decida para explicar qué pasa en las universidades y conocer y participar en las iniciativas del legislador que afecten a esa materia», explica. «Se lo habíamos pedido a la anterior Presidenta, que además era profesora de la Universidad de Salamanca, y se lo queremos pedir a la actual».

En su opinión, la legislación referida a los consejos sociales universitarios «es magnífica pero, si resulta que quien te propone no se vuelve a ocupar de ti, eso supone una confianza ciega y lo razonable sería que acudiéramos a dar explicaciones». Para Cipriano González órganos de representación como los consejos sociales de las universidades «lo normal sería que quien otorga la representación ejerciese algún tipo de supervisión y propusiese sus recomendaciones; sería ir un paso más allá y hacer más eficiente el sistema».

La experiencia que ha tenido Cipriano González en este cargo, por lo demás, «ha sido positiva». Explica que, si bien los miembros del Consejo Social reciben las propuestas muy elaboradas, existe la posibilidad de implicarse e incidir con una capacidad de control. Pone como ejemplos la queja por la retirada de la formación de la escuela de policías de Ávila, que estaba a cargo de la Universidad de Salamanca, o los pronunciamientos ante propuestas de supresión de titulaciones.

Texto: César Yúste Prieto.