Son muchas las leyendas que cobija la noche del 31 de octubre, pero hay historias más terroríficas que son reales y dan más miedo aún
Salamanca vivió su particular día de terror un 1 de noviembre de 1755, cuando a las 9.30 horas las campanas de todas las iglesias y de las Catedrales comenzaron a repicar sin que obrara para ello la fuerza humana.
Salieron a las calles, porque sus casas temblaban y los objetos de loza se estrellaban contra el suelo. Nadie podía dar crédito a lo que estaba ocurriendo y al ser el día de Todos los Santos, corrieron a refugiarse en el edificio más seguro de la ciudad, no sólo por tener bien asentados los cimientos, sino por ser la casa de Dios, llamaron a las puertas de la Catedral y el Dean las abrió para que se refugiaran los salmantinos.
Pasado el miedo, comenzaron a salir de la Catedral y comprobaron que algunas casa se habían caído y que hasta la misma Catedral tenía agrietados sus muros, al igual que la iglesia de San Martín, la linterna de la cúpula de la Clerecía.
Un tiempo después, porque las noticias no circulaban a la velocidad que lo hacen hoy, se enteraron que desde las 9.30 a las 9.40 horas del 1 de noviembre de 1755, Lisboa vivió el terremoto más importante de su historia. De hecho, los geólogos estiman que la magnitud del terremoto de Lisboa sería de aproximadamente un 9 en la escala de Richter. El seismo se cobró la vida de entre 60.000 y 100.000 personas.
La historia de El Mariquelo
Por suerte, en Salamanca sólo hubo daños materiales, no se produjeron en dicha ciudad víctimas fatales. En agradecimiento por la milagrosa salvación del edificio catedralicio, al mediodía de cada 31 de octubre el Mariquelo escala la torre hasta la esfera armilar, llamada La Bola, que la corona.
Y así ha sido un año más. Ángel Rufino de Aro, El Mariquelo, subió hasta la Torre, como lleva haciendo 30 años, y tocó una jota charra con su gaita y tamboril. Además soltó tres palomas que simbolizan la paz en el mundo, las causas por las que ha subido este año, como son la Asociación del Cáncer, el Alzheimer, Proyecto Hombre, entre otras, y porque se conserve esta tracción muchos años más.
