Mañueco, a través del portavoz municipal del PP, Fernando Rodríguez, justificó este viernes en el pleno del Ayuntamiento que el miércoles pasado votó en contra de incluir en el Plan de Inversiones Sociales Prioritarias de la Junta la construcción de dos centros de salud y una residencia en la ciudad, porque ahora es más necesario el hospital.
Un hospital nuevo que ha estado bloqueado durante años y debía haber estado acabado en 2012 y lo más probable es que se vaya a 2020.
El PSOE quería que ese plan de inversiones sociales prioritarias incluyera la construcción de los centros de salud de los barrios de El Zurguén y Prosperidad, y la residencia de mayores de Puente Ladrillo, proyectos todos ellos presupuestados en los años anteriores por la Junta pero que duermen el sueño de los justos.
Mañueco, en su día, votó a favor de las mociones aprobadas en el Ayuntamiento instando a la Junta a que dotara a la ciudad de estas infraestructuras, pero el miércoles votó que no en el pleno de las Cortes.
Por boca de su portavoz municipal dijo este viernes que «la prioridad absoluta es acabar el nuevo hospital. Eso no implica renunciar a los centros de salud, pero la prioridad es el hospital. Desde el Ayuntamiento no podemos renunciar a los centros de salud y a la residencia por ser equipamientos necesarios para los habitantes de nuestra ciudad, pero cuando los recursos son limitados las prioridades son otras y ahora es el nuevo hospital». Dicho lo cual apostilló que «para el impulso de las obras del hospital mucho ha tenido que ver la labor del alcalde de la ciudad. A Salamanca le viene muy bien tenerlo también de procurador».
Sobre la residencia de mayores de Puente Ladrillo, Feando Rodríguez dijo que la Consejería de Familia ya dijo que las obras comenzarían el próximo año y que el coste del centro ascendería a 17 millones de euros, motivo por el que habría que «felicitar» al alcalde.