El sector de la automoción en Salamanca, uno de los más afectados por la crisis económica, ha confirmado en 2016 que su recuperación avanza lenta pero constante.
Según las estadísticas publicadas recientemente por la Dirección General de Tráfico (DGT), hasta el 30 de septiembre se han matriculado en la provincia 5.906 turismos, lo que supone un incremento de casi 650 unidades, apoyado en los últimos remanentes del VII Plan PIVE finalizado en julio.
Sin embargo, el fin de estos incentivos a la compra de los vehículos ha dejado a las empresas salmantinas en una situación de debilidad que ya se nota en las cifras de matriculaciones,indica Sergio Pérez, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Automóviles y Talleres (AESAT), integrada en Confaes, y por eso confía en que el nuevo ejecutivo establezca un nuevo plan de ayudas antes de final de año.
“Este año se han matriculado más unidades que en el año 2015, pero el mercado de la automoción todavía se encuentra débil y no hace falta más que echar un vistazo a la ralentización de las ventas tras el fin de las ayudas a la compra para comprobarlo”, ha explicado.
En este sentido, las diferentes ediciones del Plan PIVE, comprendidas entre 2012 y 2016, han sido fundamentales para llevar a cabo la reestructuración de un sector que comienza a mostrar cifras cada vez más alejadas de las obtenidas durante la crisis. En 2012, con el comienzo de este plan, se matriculaban en la provincia en el mismo periodo menos de la mitad de turismos que en 2016: 2.107.
A juicio del vicepresidente de AESAT, el fin de las ayudas y la restricción del crédito, con una menor concesión de operaciones de financiación, “ayudan a que los datos no terminen de repuntar”, ya que la mayoría de los clientes de los concesionarios salmantinos “cuando toman la decisión de adquirir un vehículo, recurren a esta fórmula de pago”, ha comentado.
Coches más antiguos
La consecuencia directa de la falta de renovación de los vehículos en Salamanca es el aumento de la edad de su parque móvil, que actualmente supera los 12 años, cifra que supera la media nacional.
Según los datos de la DGT, desde el inicio de la crisis, el aumento de la edad de los coches españoles ha pasado de los ocho años de media del 2008 a 12 actuales. Esta circunstancia, recuerda el vicepresidente de los empresarios salmantinos de talleres, supone “un problema muy grave no sólo para los conductores de estos vehículos, también para la seguridad vial en general”.